El expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, en compañía del eurodiputado de Izquierda Unida, Manu Pineda, ofreció una conferencia de prensa el martes 9 de abril en el Parlamento Europeo, donde instó a la Unión Europea y a la comunidad internacional a ejercer «presiones políticas» para que el Gobierno de Daniel Noboa otorgue un salvoconducto a su exvicepresidente Jorge Glas.
Correa enfatizó la necesidad de una «respuesta fuerte» por parte de la comunidad internacional ante la reciente invasión de la embajada de México en Quito para arrestar a Glas. Sugirió medidas como la retirada de embajadores de países de la UE y la presentación de acciones judiciales, como la que está llevando a cabo México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El expresidente también alertó sobre la peligrosidad de la situación de Glas, a quien describió como «una persona secuestrada, cuya vida está en peligro». Enfatizó que esta situación viola los derechos humanos fundamentales y va en contra de los principios civilizatorios, como la inviolabilidad de la sede diplomática y el asilo político.
Correa hizo un llamado a la acción política y judicial, señalando que «esto no va a parar con una simple llamada de atención». Además, expresó su deseo de que la mayoría de grupos políticos en la Eurocámara apoyen las iniciativas que Izquierda Unida promoverá para presionar a Quito.
Por su parte, Manu Pineda anunció que su grupo político solicitará un debate en el Parlamento Europeo sobre la situación en Ecuador. Exigirá que la Unión Europea active el mecanismo de solución de controversias previsto en el Acuerdo de Asociación con Ecuador y enviará una misión urgente para visitar a Glas en Ecuador, debido a la preocupación por su vida.
