El último estudio «Ecuador, niñez y adolescencia en 360 grados», elaborado por ChildFund, revela preocupantes cifras sobre el consumo de alcohol y tabaco entre niños y adolescentes en el país.
Según el estudio, el 7,3% de niños y adolescentes de entre 10 y 17 años consume alcohol, y se han registrado 130 casos de egresos de menores debido al consumo de esta sustancia. Además, el 4,3% de niños y jóvenes en el mismo rango de edad consume cigarrillos, tabaco, puros o pipas, y cuatro de cada 10 son fumadores pasivos, lo que significa que están expuestos al humo del tabaco aunque no lo consuman directamente.
Cristina Barrera, directora de ChildFund Ecuador, atribuye estos datos a la situación familiar de los menores y a su estado emocional. Esta opinión es compartida por la psicóloga clínica Ana Carrión, quien señala a Teleamazonas que el ambiente en el que viven los menores influye en su decisión de consumir estas sustancias como un método adaptativo para lidiar con el estrés emocional.
El estudio también revela que el consumo de alcohol y drogas puede contribuir a problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, esquizofrenia y trastornos psicóticos agudos, entre otros. En este contexto, Carrión destaca la importancia de brindar apoyo en salud mental desde una edad temprana, eliminando la estigmatización de buscar ayuda profesional.
ChildFund y otros expertos enfatizan que este problema no solo concierne a los padres de familia, sino que también requiere la intervención del Estado a través de políticas públicas dirigidas a este grupo etario. En este sentido, esperan que la Asamblea Nacional concluya la construcción del Código de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, iniciado hace cinco años, para abordar esta problemática de manera integral y efectiva.
