En medio de una situación judicial en evolución, Claudia Garzón, exintegrante de la Comisión de Pacificación de Cárceles durante el gobierno de Guillermo Lasso, ha hecho declaraciones contundentes sobre su participación en el mencionado comité y su vinculación al caso Metástasis.
Garzón asegura que durante los 180 días en los que desempeñó su labor como pacificadora, su vida estuvo en constante riesgo mientras se esforzaba por cumplir con el decreto presidencial de disminuir la violencia y las irregularidades en el sistema penitenciario. Afirma haber trabajado incansablemente para hacer justicia, incluso arriesgando su seguridad personal.
En relación con su presunta participación en el caso Metástasis, Garzón destaca que nunca utilizó su posición para obtener beneficios personales y que su trabajo estuvo enfocado en promover la pacificación y el diálogo dentro de las estructuras carcelarias. Desmiente cualquier implicación indebida en la obtención de comodidades penitenciarias para Leandro Norero (+) u otros miembros de la mencionada estructura criminal.
La exintegrante de la Comisión de Pacificación recuerda que fue designada por el presidente Lasso debido a su reconocida trayectoria en temas de humanización y transformación. En este sentido, subraya su compromiso con la justicia y su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos.
Garzón anuncia su disposición a contribuir con pruebas y evidencias relevantes para la investigación, resaltando que posee información que aún no está en manos de la Fiscalía. Sin embargo, no proporciona detalles específicos sobre este aspecto, enfocándose en su compromiso continuo con la humanización y la transformación del sistema penitenciario.
Finalmente, Garzón reitera su firme postura en favor de la justicia y su rechazo a cualquier forma de corrupción. Declara estar lista para enfrentar cualquier investigación con la certeza de que su actuación siempre estuvo guiada por principios éticos y legales.
