La investigación en curso sobre el lamentable secuestro y homicidio del ex militar venezolano, Ronald Ojeda Moreno, en Chile, ha dado un giro impactante al revelar nuevas conexiones y detalles intrigantes. El cadáver de Ojeda fue descubierto el pasado viernes bajo una capa de cemento en un campamento irregular, desencadenando una serie de eventos que han capturado la atención de la opinión pública.
Uno de los fugitivos involucrados en este caso, Walter Rodríguez Pérez, ahora se encuentra bajo la lupa de las autoridades, ya que se ha sugerido que podría tener vínculos con Tareck El Aissami, ex vicepresidente de Venezuela y una figura influyente en el chavismo en su momento.
En una reciente declaración, se destacó la posible motivación detrás del crimen, vinculando a Rodríguez Pérez con la «vigilancia y traslado de Ojeda» a la comuna de Maipú, donde finalmente se descubrió el cuerpo de la víctima. Aunque el fiscal Ángel Valencia mantiene la reserva de las diligencias en curso, la información filtrada sugiere que Rodríguez Pérez, actualmente prófugo, podría estar involucrado en otros tres secuestros en el país, uno de ellos relacionado con el macabro descubrimiento de tres cuerpos en Curacaví en abril del año pasado.
Los detalles adicionales sobre la conexión de Rodríguez Pérez con Tareck El Aissami se remontan a su empleo en la oficina del ex vicepresidente venezolano en 2015, cuando El Aissami era gobernador de Aragua, según datos disponibles en la página del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
La investigación, liderada por el Equipo Crimen Organizado y Homicidios de la Fiscalía chilena en colaboración con la Policía de Investigaciones (PDI), se centra ahora en confirmar esta conexión, con la esperanza de arrojar luz sobre los motivos detrás del crimen de Ojeda.
Hasta el momento, el único detenido en relación con este caso es un joven venezolano de 17 años, ingresado de manera irregular al país, vinculado al Tren de Aragua. Este individuo fue formalizado este lunes por el secuestro del militar.
Las investigaciones para localizar al adolescente venezolano revelaron la participación de al menos siete personas en el secuestro y asesinato de Ojeda. Los detalles de la operación, incluyendo el uso de tres vehículos (Hyundai, Chevrolet Sail y Nissan Versa), fueron descubiertos mediante la revisión de cámaras de seguridad y análisis de tráfico de llamadas.
El informe de la PDI señala que la planificación del crimen involucró el uso de información privilegiada para acceder rápidamente al domicilio de la víctima, destacando la participación de terceros que inspeccionaron el edificio días antes del delito.
A medida que la investigación continúa, la Fiscalía chilena y la PDI trabajan incansablemente para esclarecer los detalles de este crimen impactante y llevar a los responsables ante la justicia. Se insta al público a colaborar con cualquier información que pueda ser relevante para resolver este caso. La información proporcionada se manejará con la debida confidencialidad.
