César Ricaurte, director de Fundamedios, se pronunció sobre la infiltración del narcotráfico en la prensa, tras las revelaciones del Caso Metástasis. A su criterio, la investigación devela que se han traspasado las «líneas rojas» de la relación que puede tener un periodista con una fuente.
Y es que, si bien se debe crear una relación de confianza con la fuente para que entregue información sensible y delicada, «hay ciertos límites que no se pueden traspasar, como el hablar de intercambio de favores con alguien que está al otro lado de la ley, que está cometiendo crímenes, sin considerar el daño que está ocasionando esa fuente en la sociedad».
«No puede el periodista convertirse en amigo, en un vocero, en alguien que da consejos legales», expone Ricaurte al manifestar que los chats revelan que no hubo una línea formal con la fuente, que en este caso fue el narcotraficante Leandro Norero.
Ahora, considera que tras esta develación es necesario abrir un debate sobre la ética periodística, revisar las herramientas que se tienen. Sin embargo, cree que no es factible que quienes estén señalados de infringir las bases del oficio, de cometer faltas éticas, sean quienes planteen un proceso de revisión del código periodístico; cuando lo cabe es la conformación de un tribunal ético que examine sus comportamientos y dicte medidas de reparación a la sociedad.
