Hay nuevas pistas en la desaparición del quiteño Hernán Mendoza. Estas pistas ayudaron a identificar la operación de la banda delictiva que interceptó a Mendoza y su amigo, el 26 de enero de 2024.

Franklin A., conductor del taxi en el que se se movilizaba el joven el día de su desaparición, reveló ser autor de varios robos bajo la modalidad de escopolamina.

Hasta USD 50 cobraba por trasladar a jóvenes, que bajo el efecto de estupefacientes, sacaban dinero de sus cuentas en diferentes cajeros automáticos de Quito.

Los hombres identificaban a sus víctimas en el sector La Pradera y, se acercaban a los jóvenes con actitud amistosa. Aprovechando la confianza, les brindaban cerveza con escopolamina para que los jóvenes pierdan el control.

En ese momento entraba el taxista, movilizando a estas personas drogadas para retirar dinero de forma involuntaria. Finalmente los abandonaban en el sur de Quito, Centro Histórico o La Carolina.

El grupo operaba especialmente los fines de semana.

La detención del conductor del taxi, Franklin A., se dio el sábado 10 de febrero en el cantón Mejía. El taxista cumplirá prisión preventiva en los 90 días que dura la investigación de este caso.