En su primer acto público desde que se anunciara su diagnóstico de cáncer el pasado 5 de febrero, el rey Carlos III del Reino Unido fue visto este domingo junto a la reina Camila en el servicio religioso de Pascua en la iglesia de San Jorge del castillo de Windsor.
El monarca, de 75 años, saludó a la multitud congregada a las puertas del templo al descender del coche junto a su esposa, ambos ataviados de oscuro para la misa privada.
La aparición del rey se percibe como un esfuerzo por tranquilizar al público después de su retirada de los deberes públicos a principios de febrero, cuando se anunció que estaba recibiendo tratamiento por un tipo de cáncer no especificado. Aunque ha estado trabajando tras los muros del palacio, su presencia en un evento real como el servicio de Pascua se considera una señal positiva.
El servicio en sí es más reducido de lo habitual, ya que la princesa Kate, también en tratamiento por cáncer, ha suspendido sus deberes públicos. Por ende, la princesa, su esposo, el príncipe William, y sus hijos no asistirán al servicio.
El mensaje de Carlos III El rey destacó el compromiso que hizo en su coronación, en mayo de 2023, de seguir el ejemplo de Cristo de servir y no ser servido.
En un mensaje de Pascua difundido el último jueves durante una misa en la catedral de Worcester, en el oeste de Inglaterra, el rey resaltó la importancia del servicio religioso de Pascua, que tiene “un lugar especial en mi corazón”.
Aludiendo al gesto de Jesucristo de arrodillarse ante sus discípulos, el rey señaló que este acto ofrece un ejemplo de cómo debemos servirnos y cuidarnos mutuamente. Destacó también el trabajo de diversas organizaciones y personas que, de manera desinteresada, ayudan a los demás.
Esta intervención del rey es la primera desde que su nuera, la princesa Kate, comunicara a través de un vídeo el pasado viernes que ella también ha sido diagnosticada de cáncer.
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