¿De verdad necesitas un préstamo? Cómo distinguir entre necesidad y deseo

Ago 28, 2025

La economía ecuatoriana atraviesa momentos complejos, y muchas familias buscan soluciones rápidas a través del endeudamiento. Sin embargo, antes de firmar cualquier documento, debemos hacernos una pregunta fundamental: ¿realmente necesito este dinero prestado? Durante mis quince años como asesor financiero, he observado cómo las personas confunden constantemente lo que necesitan con lo que desean. Esta […]

La economía ecuatoriana atraviesa momentos complejos, y muchas familias buscan soluciones rápidas a través del endeudamiento. Sin embargo, antes de firmar cualquier documento, debemos hacernos una pregunta fundamental: ¿realmente necesito este dinero prestado?

Durante mis quince años como asesor financiero, he observado cómo las personas confunden constantemente lo que necesitan con lo que desean. Esta confusión los lleva a comprometer su estabilidad económica futura por satisfacciones momentáneas.

La necesidad genuina surge cuando enfrentamos situaciones que afectan nuestra supervivencia o bienestar básico: gastos médicos urgentes, reparaciones imprescindibles en la vivienda, o la pérdida inesperada del empleo. Estos escenarios justifican evaluar seriamente un préstamo como herramienta de emergencia.

Por el contrario, el deseo se manifiesta cuando queremos mejorar nuestro estilo de vida: cambiar el televisor que funciona perfectamente, comprar ropa de marca, o financiar vacaciones costosas. Estos impulsos, aunque comprensibles, no deberían llevarnos al endeudamiento.

Para tomar decisiones acertadas, recomiendo aplicar la regla de las 72 horas. Antes de solicitar cualquier crédito, espera tres días completos. Si después de este tiempo la urgencia persiste y puedes explicar claramente por qué es indispensable, probablemente estés ante una necesidad real.

También sugiero realizar un ejercicio de proyección. Imagina tu situación financiera dentro de seis meses pagando esa cuota mensual. ¿Podrás mantener tu calidad de vida? ¿Tendrás margen para imprevistos? Si las respuestas generan dudas, es momento de reconsiderar.

El mercado financiero ecuatoriano ofrece múltiples opciones de crédito, pero recordemos que cada préstamo representa un compromiso futuro. Las tasas de interés pueden convertirse en cargas pesadas si no evaluamos correctamente nuestra capacidad de pago.

Antes de endeudarte, explora alternativas: vender objetos que ya no uses, buscar ingresos adicionales, o solicitar ayuda familiar. Estas opciones, aunque requieren más esfuerzo, no comprometen tu patrimonio futuro.

La disciplina financiera no significa privarse de todo, sino distinguir entre lo urgente y lo importante. Un préstamo bien utilizado puede ser una herramienta valiosa para superar crisis o usarlo como apalancamiento de un proyecto. Mal empleado, se convierte en una cadena que limita nuestras decisiones futuras.

La próxima vez que consideres un crédito, pregúntate honestamente: ¿esto resuelve un problema real o simplemente satisface un capricho? Tu respuesta determinará si das un paso hacia la estabilidad financiera o hacia el endeudamiento innecesario.

Por último, recuerda que si manejas un presupuesto bien elaborado, puedes establecer programas de ahorro programado para que vayas cumpliendo con cada uno de tus objetivos más deseados.



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