La rutina de la capital ecuatoriana se vio alterada cuando en el corazón financiero de Quito aparecieron enormes pancartas que ofrecían millonarias recompensas por Nicolás Maduro y otros altos mandos del régimen venezolano.

Los carteles imitaban el diseño oficial de las recompensas emitidas por el Gobierno de Estados Unidos y exhibían cifras que llaman la atención: 50 millones de dólares por Maduro, 25 millones por Diosdado Cabello y 15 millones por Vladimir Padrino López.

Junto a estos afiches, una pancarta firmada por el colectivo Voluntad Popular Internacional enviaba un mensaje directo: “Miles de venezolanos están presos y siendo torturados por el régimen de Nicolás Maduro. ¡No están solos! ¡Venezuela, seguimos contigo!”.

La presencia de estos anuncios provocó reacciones inmediatas. Pequeños grupos de ciudadanos venezolanos se acercaron al lugar para expresar su rechazo al gobierno de Caracas, generando escenas de protesta y aplausos entre transeúntes que detenían su marcha para fotografiar el inusual despliegue.

Sin embargo, el impacto duró poco. Al día siguiente, las pancartas habían sido retiradas sin dejar rastro, en un episodio que recuerda lo ocurrido en Colombia, donde vallas similares fueron desmontadas a pocas horas de su instalación.

De acuerdo con fuentes consultadas, esta acción formaría parte de una campaña internacional que busca visibilizar las denuncias contra el régimen venezolano y mantener la presión sobre sus principales figuras.