Existe la posibilidad de un déficit en la generación eléctrica durante el próximo periodo de estiaje si la demanda no se compensa adecuadamente con fuentes térmicas, advirtió un experto en energía. Se requieren cerca de 4.600 megavatios (MW) para cubrir la demanda máxima, mientras que la capacidad instalada actual alcanza aproximadamente los 5.000 MW, con una dependencia significativa de la energía hidroeléctrica. La variabilidad climática y la reducción de niveles en los embalses podrían generar un “hueco” en la oferta si no se implementan medidas correctivas con anticipación.
La Corporación Eléctrica ha identificado la necesidad de fortalecer el sistema mediante la incorporación de proyectos de generación térmica. Entre las medidas previstas se encuentran la instalación de generadores en ubicaciones estratégicas y la contratación temporal de 260 MW de generación térmica. Estas acciones buscan garantizar la estabilidad del suministro durante los meses críticos del estiaje, cuando la disponibilidad de agua en los embalses suele ser limitada.
Especialistas en energía advierten que la planificación integral del sistema eléctrico es clave para evitar interrupciones y asegurar un suministro confiable. La combinación de fuentes renovables, como la hidroeléctrica, con generación térmica permite amortiguar la volatilidad y asegurar que la electricidad llegue a hogares, industrias y servicios esenciales, minimizando los riesgos de apagones que afectarían tanto a la economía como a la vida cotidiana de los ciudadanos.
Además, se subraya la importancia de diversificar la matriz energética mediante fuentes no convencionales, como la solar y eólica. Esto no solo reduciría la vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos, sino que también contribuiría a una transición hacia un sistema más sostenible y resiliente. La inversión en infraestructura moderna y en tecnologías de gestión de energía permitirá optimizar la eficiencia de la red eléctrica y responder con mayor rapidez ante emergencias.
El déficit potencial en generación eléctrica también plantea desafíos económicos. Un suministro insuficiente puede provocar restricciones en industrias que dependen de energía continua, afectando la producción y la competitividad. Por ello, las autoridades y expertos coinciden en que es crucial anticiparse al estiaje y ejecutar medidas preventivas que garanticen la continuidad del servicio y protejan tanto a consumidores residenciales como al sector productivo.
En paralelo, se enfatiza la necesidad de campañas de concienciación sobre el uso responsable de la electricidad y la adopción de hábitos de consumo eficientes. Reducir el desperdicio energético durante los meses críticos puede colaborar significativamente en la mitigación del impacto del déficit y en la optimización de los recursos disponibles.
0 comentarios