El jurista Eduardo Carmigniani Valencia sostuvo que los jueces, incluidos los de la Corte Constitucional, no deben ser sometidos a juicio político, ya que hacerlo pondría en riesgo la independencia judicial y abriría la puerta a presiones indebidas desde la esfera política.

Carmigniani explicó que, aunque existe la percepción de que los magistrados no tienen responsabilidades, en realidad sí responden en lo civil y lo penal, por ejemplo, si exigieran dinero por sus fallos. Además, pueden ser destituidos por infracciones, pero dentro de la propia Corte y no a través de procesos políticos. “Entre ellos mismos no se sancionan, impera un espíritu de cuerpo, pero eso no justifica que la Asamblea los enjuicie políticamente”, señaló.

El abogado recordó que en 1995, bajo la Constitución de ese entonces, sí se permitían juicios políticos a jueces de la Corte Suprema. Relató el caso del entonces presidente de la Corte, Miguel Macías Hurtado, quien fue destituido tras negarse a encarcelar al vicepresidente Alberto Dahik, pese a presiones políticas. “De aprobarse esa práctica hoy, se pulverizaría la independencia de los jueces, que están llamados precisamente a frenar abusos de los políticos”, advirtió.

Respecto a la Corte Constitucional actual, Carmigniani insistió en que sus decisiones, aunque discutibles, deben respetarse como fallos y no ser objeto de un juicio político. “Los jueces de las altas cortes no pueden ser enjuiciados políticamente por el contenido de sus decisiones. Puede que no nos guste la motivación de sus fallos, pero son fallos y están motivados”, enfatizó.

En su criterio, cuestionar a la Corte por medio de juicios políticos sería “impresentable” y podría incluso contravenir la jurisprudencia interamericana, que protege a los jueces de ser removidos por sus decisiones jurisdiccionales. “Si se aceptara eso, vivirían permanentemente chantajeados”, concluyó Carmigniani.