El senador estadounidense Marco Rubio aseguró que el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela no puede considerarse un Estado legítimo, sino una organización criminal dedicada a prácticas ilícitas que incluyen corrupción, represión y tráfico de drogas.

Durante sus declaraciones, Rubio enfatizó que el régimen venezolano actúa de manera sistemática para enriquecerse a expensas de su población y que su estructura está organizada para el control político y económico, más que para gobernar en beneficio de los ciudadanos.

El legislador destacó la necesidad de que la comunidad internacional mantenga presión sobre el gobierno venezolano, apoyando sanciones económicas y medidas diplomáticas que obliguen al régimen a respetar los derechos humanos y restablecer la democracia.

Rubio también hizo un llamado a la oposición venezolana y a los actores regionales a coordinar esfuerzos para aislar a Maduro y debilitar las redes criminales que operan dentro del Estado, enfatizando que “la legitimidad de un gobierno se mide por su respeto a la ley y la justicia, no por su permanencia en el poder”.

La postura del senador se enmarca en una serie de declaraciones y acciones de Estados Unidos destinadas a denunciar la corrupción y la violencia en Venezuela, y reafirma el compromiso de Washington con la protección de los derechos humanos en la región.