El ministro de Salud, Jimmy Martin, rechazó las acusaciones sobre una supuesta escasez o reutilización de cánulas nasales en el Hospital Universitario de Guayaquil, tras el fallecimiento de doce recién nacidos en julio. Durante su comparecencia en la Asamblea Nacional, calificó de “mentirosos” a quienes difundieron esa versión y aseguró que las muertes se debieron a causas multifactoriales, entre ellas prematuridad extrema, bajo peso al nacer y complicaciones clínicas.

Según datos oficiales, solo dos de los casos estuvieron vinculados a una infección causada por la bacteria Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasa (KPC), altamente resistente a los antibióticos. El funcionario negó que la falta de insumos haya incidido en los decesos y sostuvo que en pacientes con condiciones críticas se utilizan dispositivos distintos a las cánulas.

La crisis motivó la destitución del gerente del hospital y la activación de una auditoría médica. Además, se implementó una alerta epidemiológica, se convocó a una comisión técnica externa con participación de la Organización Panamericana de la Salud y se dispuso la intervención militar en tres hospitales públicos de Guayaquil para reforzar su gestión y control.

La Fiscalía General del Estado y la Defensoría del Pueblo iniciaron investigaciones para esclarecer las circunstancias de las muertes. La Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud también realiza una auditoría administrativa y de calidad de atención.

Mientras tanto, el Colegio de Médicos del Guayas pidió al presidente Daniel Noboa declarar en emergencia el sistema de salud, denunciando un desabastecimiento crónico de insumos y una reducción de más de 400 millones de dólares en el presupuesto del sector. El Gobierno descartó la declaratoria, pero anunció una asignación de 68 millones de dólares adicionales para los próximos tres meses.