En Quito, la canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, y su homóloga encargada de Colombia, Rosa Villavicencio, sostuvieron una reunión para abordar la tensión diplomática generada por la reciente deportación de cerca de 1.000 presos colombianos desde territorio ecuatoriano.

Según un comunicado de la Cancillería de Colombia, el encuentro puso énfasis en la creación de un protocolo que garantice el respeto de los derechos y la dignidad de los nacionales colombianos privados de libertad en Ecuador y en proceso de repatriación. El objetivo es que futuros retornos se desarrollen de manera segura, ordenada y con control jurídico.

Las autoridades colombianas señalaron que las recientes deportaciones se realizaron sin un protocolo previo, lo que impidió identificar a los deportados, verificar su situación legal y, según afirman, incumplió principios básicos del Derecho Internacional que prohíben las expulsiones masivas.

Además de este tema, la agenda bilateral incluyó cooperación energética, comercio, seguridad fronteriza y lucha contra el crimen organizado.