En un mundo donde los “superalimentos” se venden como la clave para una salud perfecta, es importante saber qué vitaminas son imprescindibles y cómo cubrir nuestras necesidades diarias con alimentos comunes.
La vitamina A, fundamental para la visión y la salud de la piel, se encuentra en alimentos como huevos, pescado azul y verduras de colores intensos como zanahorias y espinacas.
Por su parte, el grupo de vitaminas B, con ocho variantes, ayuda desde el sistema nervioso hasta la producción de glóbulos rojos, presentes en legumbres, carne, pescado y lácteos.
La vitamina C, reconocida por su papel en la cicatrización y defensa inmunológica, abunda en cítricos y verduras frescas. La vitamina D, clave para huesos y músculos, se produce con la luz solar y está en pescados grasos y huevos.
Menos conocidas, pero no menos importantes, la vitamina E protege las células y fortalece el sistema inmune, mientras que la vitamina K es vital para la coagulación sanguínea, y se obtiene principalmente de las verduras de hoja verde.
Entre los alimentos más completos destaca el hígado, que concentra varias vitaminas esenciales, aunque se recomienda consumirlo con moderación para evitar toxicidad.
En resumen, una dieta variada que incluya frutas, verduras, huevos, pescado y algunos órganos, es la mejor forma de asegurarnos un aporte adecuado de vitaminas para mantenernos saludables.
0 comentarios