La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que al menos 1.373 palestinos han muerto desde finales de mayo mientras esperaban asistencia humanitaria en la Franja de Gaza, la mayoría a causa de disparos del Ejército israelí, según informó este 1 de agosto el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Estas cifras coinciden con las reportadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza, que atribuye los decesos a ataques ocurridos durante repartos de ayuda. La ONU ha documentado 859 muertes en zonas cercanas a los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF) —organización respaldada por Estados Unidos e Israel—, y otras 514 en rutas utilizadas por los convoyes.

El organismo aclaró que, aunque hay presencia de otros actores armados en el área, no hay evidencia de que estén involucrados en estas muertes. Solo entre el 30 y 31 de julio, se registraron 105 fallecidos y 680 heridos en la zona de Zikim, al norte del enclave.

Human Rights Watch (HRW) calificó estos hechos como “crímenes de guerra” y acusó a Israel de convertir la ayuda humanitaria en un sistema militarizado, con respaldo estadounidense. “Israel no solo está matando de hambre a los palestinos, también les dispara cuando intentan conseguir comida”, denunció Belkis Wille, directora asociada de HRW.

En paralelo, el expresidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que trabaja en un nuevo plan de distribución de ayuda para Gaza. Su enviado especial, Steve Witkoff, visitó la región junto al embajador Mike Huckabee para evaluar la situación en terreno. La Fundación GHF, según sus portavoces, superó los 100 millones de comidas entregadas desde que inició operaciones en mayo, tras el levantamiento parcial del bloqueo israelí.

La ONU y diversas ONG han alertado sobre el deterioro de la situación humanitaria en Gaza, agravada por ataques directos en zonas donde miles de civiles acuden desesperadamente en busca de alimentos y medicinas.