Gerardo Mejía no pudo contener las lágrimas. El cantante ecuatoriano vivió una de las noches más intensas de su vida al ver a su hija, Nadia Mejía, coronarse como Miss Universo Ecuador 2025. Desde la platea, la acompañó con el corazón en la mano, recordando que, apenas un año atrás, ese mismo sueño había terminado en decepción. “Los tiempos de Dios son perfectos”, dijo, visiblemente emocionado.
El camino de Nadia no fue fácil. En 2024 no logró el título, y aunque su padre no quería verla enfrentarse a otra frustración, fue la determinación de ella la que lo convenció. “Le dije que no lo hiciera, que no se hiciera daño otra vez, pero ella insistió: ‘Es mi sueño, papi’”, contó Gerardo, quien no ha dejado de apoyarla desde entonces.
Para llegar a esta victoria, Nadia se entregó por completo: perfeccionó su español, afinó su pasarela y se sumergió en la cultura ecuatoriana, pasando largas temporadas en el país para conectar con sus raíces. “Es una tortura para cualquier papá ver a su hija en esa tensión, pero yo ya la veía entre las finalistas”, confesó entre risas.
Gerardo también bromeó sobre su nuevo rol detrás de escena: dice que se ha convertido en experto en maquillaje y peinados para estar a la altura del reto. La familia Mejía ahora se alista para una etapa completamente nueva. Nadia vivirá en Ecuador durante su año de reinado, y su padre asegura que la acompañará en todo lo que venga.
Para ellos, esta corona no es solo un título. Es una historia de coraje, de insistencia, de volver a intentarlo y, finalmente, de brillar con más fuerza.
0 comentarios