Tras sobrevivir a un ataque a tiros en pleno centro de Quito, el abogado Carlos Ortuño tomó una decisión desgarradora: solicitó al IESS la aplicación de la eutanasia, luego de vivir casi dos años con una parálisis irreversible del 98 % de su cuerpo.
El hecho que cambió su vida ocurrió el 23 de junio de 2023, cuando tres hombres armados lo balearon mientras llegaba a su oficina en el edificio de la Bolsa de Valores. Desde entonces, no puede caminar ni valerse por sí mismo. Solo puede hablar y mover ligeramente los brazos.
En un video publicado en TikTok, Ortuño explicó que, pese a intentar múltiples tratamientos médicos, convencionales y alternativos, tanto en Ecuador como en el extranjero, su salud no mejoró. Por el contrario, el sufrimiento físico y el desgaste emocional se agravaron con el tiempo.
“He tomado la decisión de iniciar mi proceso para la aplicación voluntaria de la eutanasia, apoyado en el reglamento que existe desde el caso de Paola Roldán”, dijo el abogado, haciendo referencia al precedente que despenalizó la eutanasia en el país en febrero de 2024.
Abogado relata brutal ataque que lo dejó cuadripléjico: ‘El sicario es más libre que yo’
Su decisión —contó— está basada en su tesis de doctorado en Derecho, su convicción personal y el profundo dolor que ha tenido que soportar.
Ortuño agradeció el apoyo incondicional de su esposa, Daniela, quien ha estado a su lado desde el atentado. Y dejó un mensaje claro: “Pedirles que no le dejen sola a la Dani… no todos tienen que estar de acuerdo, pero sí les pido respeto y reflexión”.
Esta sería la segunda solicitud formal de eutanasia en Ecuador desde que fue despenalizada por la Corte Constitucional.
En una entrevista con Ecuadorenvivo.com, elaborada en octubre de 2024, Carlos Renato Ortuño Cevallos narró los momentos de horror que vivió durante un atentado que lo dejó cuadripléjico. El crimen, perpetrado sin advertencias ni amenazas previas, ocurrió cuando se dirigía a su oficina en la avenida Amazonas, en Quito. A pesar de la intervención médica, su recuperación ha sido dolorosa y lo mantiene en completa inmovilidad, dependiendo totalmente de su esposa para sus necesidades básicas.
Ortuño Cevallos relató que fue seguido desde que salió de su casa, sin percatarse de la amenaza hasta llegar cerca de su oficina. Un vehículo, que en principio parecía solo sospechoso, lo siguió durante los 23 kilómetros de trayecto. Al intentar ingresar al parqueadero, el automóvil se detuvo abruptamente detrás de él. “Dos sujetos armados se bajaron del carro. En una fracción de segundo pensé que era un robo, pero luego escuché un zumbido en mis oídos, mi cabeza cayó, y sentí mis brazos soltar el volante”, recordó.
El ataque dejó a Ortuño Cevallos herido de gravedad, con impactos de bala en la cabeza, cuello y brazo. A pesar de la pérdida masiva de sangre, los bomberos lograron rescatarlo y trasladarlo a un hospital, donde fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, las balas causaron daños irreparables en su médula espinal, lo que resultó en una cuadriplejia total.
“Lo más difícil ha sido perder mi libertad. Incluso el sicario que está detenido tiene más libertad que yo”, lamentó.
Confesó, a nuestro medio, que inicialmente quiso creer que se trataba de una equivocación, pero las investigaciones revelaron que los atacantes tomaron una fotografía suya durante la persecución para confirmar su identidad. “El sicario que me disparó fue pagado con mil dólares. De los involucrados, solo uno, ha sido condenado a 22 años de prisión. Dos sospechosos más fueron arrestados en Estados Unidos, pero el proceso de extradición sigue pendiente”, afirmó.
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