La recaptura de Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, no ha frenado la violencia en Ecuador. Masacres, ajustes de cuentas y homicidios se siguen registrando con fuerza, especialmente en provincias como Manabí. Renato Rivera, director del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, aseguró este martes en entrevista con Ecuavisa que el país ya no atraviesa una crisis de seguridad, sino que vive una violencia “normalizada”.
“Este 2025 se perfila como el año más violento en la historia del Ecuador, con una tasa proyectada de 50 homicidios por cada 100 mil habitantes”, advirtió Rivera. Según sus análisis, el incremento de asesinatos no responde únicamente a la captura del líder criminal, sino a una lucha por el control territorial entre bandas locales como Los Lobos y facciones de Los Choneros, además del interés de mafias extranjeras —mexicanas, colombianas y de los Balcanes— por rutas estratégicas.
Rivera señaló que el Estado se mantiene en una postura “reactiva”, apostando repetidamente por estados de excepción y la salida de militares a las calles, estrategias que han demostrado ser ineficaces a largo plazo. “Nuevamente estamos dependiendo de un estado de excepción para mantener las cifras a la baja. Y eso no es sostenible”, afirmó.
A pesar de algunos avances, como la apertura a cooperación internacional o acciones puntuales en minería ilegal, el experto insiste en que no hay una política integral. “Sin afectar las finanzas del crimen organizado, sin frenar el tráfico de armas, ni combatir la corrupción enquistada en los gobiernos locales, la violencia no disminuirá”, explicó.
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