Hay que ver más allá de la petrolera

Jul 19, 2025

Por Gabriela Fraga

Esta semana, por trabajo, estuve desde el lunes hasta hoy en el Oriente. Recorrí Shell, Puyo, Tena, Loreto, Coca, Joya de los Sachas y otros lugares. No importa cuántas veces venga, siempre me maravilla la belleza que tenemos: los paisajes, la biodiversidad y ese contraste tan marcado entre lo natural y lo industrial. La puesta de sol sobre un río frente a una torre que quema gas sin cesar; el verde intenso de la vegetación que bordea la carretera junto a plataformas cargadas de troncos rojizos… Me hace pensar en cómo estamos tan inmersos en actividades como la petrolera y la minera, que muchas veces nos desangran frente a nuestras narices y no lo queremos ver.

Sí, sería iluso, y una mentira decir que la minería y la actividad petrolera no generan impactos ambientales significativos en el Oriente. Sin embargo, con conocimiento de causa puedo afirmar que estas dos actividades están, al menos en teoría, reguladas en términos socioambientales.
Entonces, ¿dónde no estamos mirando?

No estamos mirando otras actividades que se desarrollan y crecen sin ningún control, pero que también generan impactos ambientales muy altos en la región. Me refiero, por ejemplo, a la expansión de la frontera agrícola y ganadera, que avanzan sin que nadie le preste atención. No hay autoridad, ni sociedad civil, ni activistas que levanten la voz. ¿Por qué? Porque es más fácil apuntar siempre a los “malos”, o a quienes nos enseñaron que son los malos.

No, no siempre, y no solo son las empresas o las industrias las que contaminan. La actividad agrícola, por ejemplo, está afectando de manera alarmante a la Amazonía. Para crecer, se deforesta: se retira la capa original de flora para sembrar pasto y dar paso a la ganadería. Sí, a las vacas. Y ese suelo, una vez que las vacas han hecho lo suyo, es muy difícil de recuperar. Peor aún si luego se destina a la agricultura: al retirar el suelo fértil natural, lo agotamos rápidamente, y necesitamos más tierra.

En resumen, quiero decirles que hay actividades fuera de la minería y la petrolera que están afectando, y de forma significativa, al ambiente. Pero no las miramos. Es momento de ampliar la mirada. A veces, es necesario ver más allá.



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