La Casa Blanca confirmó este jueves, 17 de julio, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, padece insuficiencia venosa crónica, una enfermedad vascular que afecta la correcta circulación de la sangre en las piernas, pero aclaró que su salud no corre riesgos y que el mandatario continúa cumpliendo con sus actividades sin restricciones.

El diagnóstico fue realizado luego de que médicos detectaran hinchazón en sus piernas y hematomas en las manos. Según la portavoz presidencial, Karoline Leavitt, se trata de una condición “benigna y común en personas mayores de 70 años” y no se encontraron señales de problemas más graves, como trombosis venosa profunda o enfermedades arteriales.

Leavitt explicó que los moretones visibles en las manos de Trump obedecen a una “ligera irritación de los tejidos blandos”, producto de los constantes apretones de manos y el uso preventivo de aspirina, que forma parte del protocolo médico del presidente.

A sus 79 años, Trump ostenta el récord de ser el mandatario más longevo en la historia del país al iniciar su segundo mandato en enero, tras suceder a Joe Biden. Pese a su edad, el presidente republicano ha insistido en mostrarse activo y enérgico. Incluso recientemente la Casa Blanca difundió una imagen suya editada como Superman, para reforzar esa imagen de fortaleza.

En abril pasado, su médico personal, Sean Barbabella, ya había declarado que Trump se encontraba en “excelente estado físico y cognitivo”, sin limitaciones para desempeñar sus funciones.

Pese a las especulaciones que han surgido en redes sociales sobre su estado de salud, la Casa Blanca recalcó que no existe ningún impedimento para que Trump continúe con su agenda presidencial. “El presidente está bien, activo, y como ustedes lo han visto, sigue trabajando sin descanso”, dijo Leavitt en rueda de prensa.

¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?

La insuficiencia venosa es un problema en el que las venas de las piernas no logran transportar la sangre de regreso al corazón de manera eficiente, lo que genera hinchazón, dolor e incluso cambios en la piel. Aunque no es una condición grave si es controlada, requiere seguimiento médico para evitar futuras complicaciones.

“Todas las pruebas están dentro de los límites normales”, aseguró la vocera, descartando problemas cardíacos, renales o sistémicos.

Trump no ha hecho comentarios directos sobre su diagnóstico, pero en sus apariciones públicas recientes ha mantenido su ritmo habitual, mientras continúa con su estrategia política y sus polémicas declaraciones sobre temas como Ucrania, la inteligencia artificial o las elecciones de 2028.