El concejal de Quito, Bernardo Abad, advirtió que la reciente crisis de desabastecimiento de agua potable en el sur de la capital pudo haberse evitado si se hubiese ejecutado un anteproyecto de interconexión entre las principales plantas de potabilización de la ciudad. Así lo señaló en una entrevista concedida a EcuadorTV, en la que instó al alcalde Pabel Muñoz a retomar esta propuesta.
Abad explicó que Quito se abastece de tres sistemas principales: la planta de Bellavista, alimentada desde la laguna de Papallacta; la de Puengasí, desde el río Pita; y El Troje, desde el sistema del Antisana “La Mica”. Sin embargo, estas vertientes naturales no están interconectadas, lo que impide el desvío de agua en caso de fallas en alguno de los sistemas.
“De haberse implementado la interconexión, el impacto del reciente corte de agua habría sido mucho menor”, afirmó el edil, quien insistió en que este proyecto fue presentado a la Alcaldía, pero aún no se ha destinado presupuesto ni voluntad política suficiente para llevarlo a cabo.
El concejal lamentó que los miembros del Concejo ya no formen parte de los directorios de las empresas municipales, lo que deja toda la responsabilidad de decisión en manos del alcalde. “Cueste lo que cueste, debemos prevenir nuevos desabastecimientos”, enfatizó Abad, al calificar esta emergencia como una de las más graves que ha enfrentado Quito en los últimos años.
Añadió que “uno puede vivir sin energía eléctrica, pero sin agua… el tema es muy complicado”.
En cuanto a la relación entre el Gobierno Nacional y el Municipio, Abad criticó la falta de articulación institucional. Según dijo, la confrontación política está perjudicando a la ciudad y restando capacidad de respuesta ante emergencias. Para dimensionar la magnitud del problema, recordó que los más de 200 barrios afectados equivalen al doble de la población de Ibarra o a cuatro veces el número de familias en Latacunga.
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