La importancia en las relaciones geopolíticas radica en la manera cómo el medio geográfico y quienes lo habitan, influyen en las relaciones de poder y las políticas de los Estados, especialmente en el ámbito internacional.
Existen factores determinantes como la ubicación geográfica, la posesión de recursos naturales, el espacio, el clima, la extensión territorial y como estos influyen en las decisiones políticas y en la dinámica de las relaciones internacionales.
Por eso, la geopolítica se enfoca en el análisis de estas relaciones entre estados, definiendo cómo la geografía de cada país contribuye a su poder nacional y su posicionamiento en el escenario regional y mundial, contribuyendo a que los gobiernos definan su derrotero, mediante la toma de decisiones en temas de política exterior, seguridad nacional, intereses comerciales y económicos.
La geopolítica es muy dinámica y flexible, permite adaptarse a cambios políticos en el contexto internacional, a las relaciones de poder, a los nuevos escenarios definidos por la globalización, al impacto del desarrollo tecnológico, a los conflictos internacionales (por recursos, étnicos, políticos y religiosos) y a los intereses geoeconómicos.
En América Latina, estas relaciones han ido tomado otras perspectivas por la influencia de nuevos actores, el comercio global y los intereses de cada país, por lo que ha emergido un nuevo pivote geopolítico como es el Perú, que por su posición geográfica, estabilidad económica y social despertó el interés de las grandes potencias como China y Los EE.UU. Es así que las inversiones en mega estructuras portuarias como el puerto de Chancay se han convertido en factores importantes en las relaciones comerciales y son una ruta directa en el comercio marítimo con la China y Asia, dejando a un lado la ruta del canal de Panamá.
También hay interés en la construcción del puerto de Tacna y Corío por empresas norteamericanas, disputando la hegemonía china en Perú, esto tiene el propósito de liderar las exportaciones de minerales, dejando a un lado a los puertos chilenos de Iquique y Arica.
También como parte de esta dinámica geopolítica, en el Cono Sur han entrado en la construcción de rutas bioceánicas entre puertos chilenos, Argentina, Paraguay y Brasil, para ahorrar tiempo y recursos en el comercio de mercancías.
En este panorama entran en el escenario los BRICS, pues en la Cumbre de los líderes del 6 y 7 julio del 2025 en Río de Janeiro, China hizo el anuncio que construirá otra ruta bioceánica entre el mega puerto de Chancay en el Perú y el puerto de Santos en el Brasil. Este país dispondrá de una ruta directa hacia China, fortaleciendo el comercio y ahorrando tiempo y recursos.
En este proyecto no se consideró a Bolivia y esto ha generado molestias internas, porque se pierde una oportunidad de mejorar sus procesos de comercio y no depender de los puertos chilenos para sus exportaciones, al no disponer de una salida a la mar directa.
Estos proyectos han despertado gran interés en la región por las oportunidades y el acceso directo a grandes mercados de Asia y tienen dos actores importantes uno regional como Brasil y otro mundial como China, por lo que el gigante sudamericano ha aumentado su influencia en la región y se proyecta para 2030 como una potencia económica mundial.
Además, China sigue aumentando su influencia en América Latina por estos y otros proyectos de gran importancia que están cambiando el mapa geopolítico y el desarrollo industrial y comercial en los países involucrados.
¿Cómo puede esto beneficiar al comercio ecuatoriano y a las relaciones geopolíticas?, aprovechando las oportunidades generadas, utilizando las infraestructuras portuarias en Perú por parte de los exportadores nacionales, en la ruta marítima hacia China, que es nuestro primer socio comercial, ahorrando en tiempo (de 15 a 20 días) y recursos días el transporte marítimo de mercaderías, sin utilizar puertos en los EE.UU. Se prevé el incremento de exportaciones con otros mercados asiáticos también.
Por lo que el Gobierno no debe descuidar las relaciones geopolíticas con los países de la región por los intereses comerciales y geoeconómicos que están en juego por las nuevas rutas del comercio global y la no dependencia solamente del canal de Panamá. Así mismo hay que desenterrar el proyecto multimodal que conecta el puerto de Manta con la ciudad amazónica de Manaos en el Brasil, porque contribuirá a alcanzar un objetivo geopolítico nacional: Tener acceso al océano Atlántico para el comercio directo con el norte Brasil, Europa y África.
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