La generación hidroeléctrica en Ecuador se recuperó notablemente desde el fin de semana, luego de que mejorara la calidad del agua en los ríos de la Amazonía, lo que permitió que ocho de nueve centrales que estaban paralizadas retomaran operaciones, confirmó este lunes el Ministerio de Energía.

Hasta la tarde de este 8 de julio, cuando la demanda eléctrica nacional alcanzó 4.318 megavatios, el 85% fue cubierto por fuentes hidroeléctricas, mientras que el 15% restante —equivalente a 647 megavatios— provino del parque termoeléctrico.

La central Coca Codo Sinclair, una de las más importantes del país, superó los problemas de sedimentos en el río Coca y logró aportar 950 megavatios hasta la tarde del lunes. Otras plantas también restablecieron su producción tras la suspensión preventiva que se aplicó desde el jueves anterior para evitar daños en las turbinas debido a la turbiedad del agua.

La única central que aún permanece fuera de operación es Delsitanisagua, ubicada en Zamora Chinchipe, que tiene una capacidad de 180 megavatios. Según las autoridades, los caudales con sedimento en esa zona aún no se estabilizan, lo que impide reanudar su funcionamiento.

Aunque durante el día no fue necesario importar energía desde Colombia, el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) volvió a realizar compras internacionales cerca de las 19:00, cuando la demanda nacional subió a alrededor de 4.600 megavatios.

El Ministerio de Energía aclaró que no hubo daños estructurales en las hidroeléctricas, y que la paralización temporal fue una medida preventiva para proteger los equipos frente a la alta concentración de sedimentos por las lluvias en la Amazonía.

Esta recuperación del sistema eléctrico representa un alivio en medio de un contexto regional marcado por la inestabilidad climática, el aumento de la demanda y la necesidad de evitar nuevos racionamientos.