El exjuez de la Corte Nacional de Justicia, Walter Samno Macías Fernández, advirtió que las reformas recientes al Código Orgánico de la Función Judicial, incluidas en la Ley de Integridad Pública, son apenas un primer paso en el intento por depurar el sistema judicial del país, pero que no bastarán si no se acompaña de una evaluación profunda, estructural y articulada entre todas las funciones del Estado.
Durante su intervención en el programa Vera a su Manera, Samno cuestionó que las evaluaciones a jueces y fiscales, aunque permitidas desde hace años por la normativa vigente, no se hayan aplicado con firmeza. “La última evaluación se hizo en 2018. Desde entonces, muchos funcionarios no han sido revisados ni en su actuación ni en su patrimonio”, afirmó.
El jurista se refirió también a las nuevas facultades que ahora tiene el Consejo de la Judicatura en escenarios de emergencia, como la posibilidad de suspender o destituir jueces por falta de probidad o vinculación con el crimen organizado. No obstante, señaló que ya existían mecanismos para actuar, y que la inacción en años anteriores ha permitido que la corrupción eche raíces en varios niveles del sistema judicial.
“Hay funcionarios que llegaron durante el periodo de Wilman Terán y que siguen ocupando cargos claves. ¿Cómo podemos hablar de depuración si ni siquiera se ha empezado por casa?”, cuestionó. El exjuez también alertó sobre la necesidad de evaluar a todos los operadores de justicia y no solo a algunos casos por muestreo. “Una limpieza parcial no genera confianza. La ciudadanía necesita saber que quien administra justicia no tiene vínculos con mafias ni responde a intereses políticos”.
Sobre la reciente sentencia en el caso “Reconstrucción de Manabí”, Samno destacó la actuación de la jueza Mercedes Caicedo, a quien calificó como ejemplo de compromiso con la verdad. “Ese tipo de decisiones demuestran que sí hay jueces que honran la toga. Pero mientras haya otros señalados en casos como Metástasis o Plaga que siguen en funciones, la percepción ciudadana no cambiará”.
Finalmente, el exjuez recalcó que si bien las reformas impulsadas por el Ejecutivo pueden ayudar, una verdadera transformación judicial debe venir desde dentro: “La Corte Nacional tiene iniciativa legislativa. La reforma estructural debe salir de la función judicial, no solo de presiones externas. De lo contrario, seguiremos parchando un sistema que necesita cirugía mayor”.
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