La ministra de Educación, Alegría Crespo, negó que exista la intención de declarar un estado de emergencia en el sistema educativo del país, pese a los múltiples desafíos que enfrenta el sector. Así lo afirmó durante una comparecencia ante la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional, en la que detalló los avances y prioridades de su gestión.
Crespo explicó que, si bien reconoce las dificultades estructurales y operativas que arrastra el sistema educativo ecuatoriano, considera que una declaratoria de emergencia no resolvería los problemas de fondo. Según indicó, su cartera ha optado por implementar soluciones sostenidas y estructurales en lugar de medidas excepcionales que podrían resultar limitadas en el tiempo.
La ministra expuso que entre los principales ejes de acción se encuentran la mejora de la infraestructura escolar, la cobertura educativa, el fortalecimiento del cuerpo docente y el combate al abandono escolar. Además, destacó que el Ministerio trabaja en la construcción de un nuevo marco curricular que responda a las realidades del país y a los cambios globales.
En su intervención, Crespo también subrayó que se mantiene un diálogo permanente con las comunidades educativas, organizaciones sociales y actores políticos, con el fin de articular una política educativa integral. Aseguró que no hay improvisación, y que las decisiones responden a un diagnóstico técnico y a una visión de largo plazo.
Finalmente, reiteró que su despacho prioriza el respeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes, y que el objetivo central es garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos los estudiantes del Ecuador.
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