Ecuador se encuentra aprisionado en el peor escenario delincuencial de su historia. Todos los días vemos como se asesina a personas de cualquier edad en una especia de ajuste de cuentas inmisericorde e implacable en el que, el sicariato del narco tráfico vinculado a la política y a su ejercicio asqueroso, reina a sus anchas. La captura de Fito, es un hecho significativo como una representación imaginativa del triunfo sobre la delincuencia organizada. Casi, como un mito. Si, es importante eso en términos de que la ciudadanía entienda que ahora hay una lucha contra esa delincuencia organizada, pero no es nada más que eso: la captura de un delincuente objetivo; uno de los tantos que hay que capturar y someterlo a la justicia ecuatoriana. Y salta inmediatamente la pregunta: Hay o no una administración de Justicia proba en la que tanto el gobierno como la sociedad ecuatoriana puedan confiar? Yo creo que no, pero que en el campo penal, hay jueces y fiscales que se están jugando la vida condenando a criminales apresados por la policía y juzgados por Jueces, especialmente de la Corte Nacional, si, lo hay, pocos pero los hay, en el campo penal, En los otros campos, puedo asegurar, con ciertas excepciones, no los hay. Hace pocos días, en la plataforma judicial Norte, me encontré con dos Abogados que luego de saludar, me dijeron que están indignados, porque a través de ciertos ex o y actuales funcionarios, que inclusive están dentro de las instalaciones, se les requería dinero a los Abogados para despacharles resoluciones y sentencias a su favor. Les manifesté que me parecía casi no creíbles sus afirmaciones, porque a mí, nadie me ha pedido dinero para favorecerme a algún asunto judicial. El un Abogado se me río y me dijo, vea doctor sabe usted cual es la filosofía de todos estos jueces. Le contesté que no. Me dijo: “vea colega, como la mayoría de jueces y fiscales saben que el gobierno va a emprender una investigación de estos jueces y fiscales de sus bienes, dineros, acciones, etc. y los de los de sus familiares más cercanos, dicen: vamos a llevar lo que podamos hasta cuando estemos aquí, porque esa amenaza del gobierno, no pasa de eso, de ser una balandronada y nada más. Y, bueno, nos iremos y punto, pero vamos llevando alguito”. Me quedé atónito frente a esto. Y lo expongo públicamente para que se sepa como camina tranquilamente la podredumbre judicial. Por qué, los investigadores de la Policía Judicial, no hacen averiguaciones en las distintas plataformas judiciales, primero de Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta y Portoviejo. Y luego, en los sitios donde están ubicadas las Judicaturas de las otras ciudades del país. Tengo la seguridad de que en pocos días, van a obtener muy buenos resultados. Y eso, será un gran aporte, para ayudar a limpiar la corrupción judicial.

Pero volviendo a lo que estábamos planteando al inicio de este artículo, debo señalar que también existen otras razones para el sicariato, sobre las que no se ha reparado.

Ustedes, amables lectores, han visto que hay un ejército de conductores de motos que siempre van con un acompañante sea hombre y mujer y que realizan un sinnúmero de paradas en los mercados populares y en los lugares donde existen modestos establecimientos de venta de mercaderías o tiendas de abarrotes o sectores donde pululan vendedores ambulantes? Pues, esos motociclistas son cobradores diarios de préstamos usurarios otorgados a estos pobres emprendedores que caen en las garras de estos prestamistas delincuentes. De dónde sale ese capital para estos préstamos? Del dinero del narco tráfico. Si a la tercera, no pagas, te ubican y te matan. Así de simple.

El Presidente de la República ha decretado en el tiempo que lleva en el ejercicio presidencial, varios estados de Excepción para combatir la violencia delincuencial que impera en el país.  En el ánimo de contribuir con algunas ideas, nos permitimos proponer lo siguiente:

1. Deben  disponerse batidas permanentes en todas las principales ciudades del país para que todos los propietarios de motos, en el dia y lugares señalados, presenten el título de propiedad de ese tipo de vehículos. Se les deberá entregar un salvoconducto para circular y un distintivo para saber que la motocicleta ha sido registrada. Y luego, hacer batidas diarias a nivel nacional. Motocicleta que no lleva el distintivo debe ser incautada hasta que alguien se presente a reclamarla.
2. Debe disponerse que todos los extranjeros deben presentarse en el día y lugar señalados para demostrar su estatus legal en nuestro país o las razones humanitarias que lo trajeron al Ecuador. Quien no lo pueda hacer, debe ser deportado inmediatamente
3. Todo extranjero que quiera ingresar al país, debe mostrar un auténtico certificado de pasado judicial. En el caso de los turistas, no existe problema porque las agencias de turismo que los traen se encargan del papeleo.
4. Debe proveerse inmediatamente de microcréditos a los pobres que no tienen dinero pero pueden convertirse en  emprendedores, para que no pidan dinero a las bandas de agiotistas nacionales y extranjeros.
5. Debe hacerse un control exhaustivo de nuestras fronteras y pasos clandestinos para evitar el coyoterismo.
6. Debe estructurarse un plan de Vigilancia por turnos: Policía, autoridades educacionales, dirigentes barriales, padres de familia y jóvenes deportistas, en los barrios de todas las ciudades del país, para detectar y detener sospechosos hasta que lleguen los Agentes para que inicien los respectivos procedimientos. Y…
7. Debe establecerse un plan de informadores de quienes trabajan como guardias privados de seguridad en edificios públicos y en edificios privados, de tal manera, que en cuanto detecten un sospechoso, inmediatamente se comuniquen con la policía para hacerles conocer este particular a fin de que la unidad más cercana actúe.

Es tan grave lo que vivimos, que si no nos involucramos los ciudadanos, no vamos a salir de esta situación, porque las mafias del crimen organizado tienen una estructura a nivel nacional y territorial, con cobertura política a quienes el gobierno los tiene plenamente identificados, con  aliados en la función judicial, con soplones en la misma policía y en las fuerzas armadas y con una economía paralela que se puede identificar investigando bancos, cooperativas, recursos de burócratas de alto y medio coturno enquistados en el aparato burocrático, en el Servicio de Rentas Internas, en las superintendencias de Bancos y de Compañías e investigando a los famosos empresarios de la Construcción y a quienes en los Municipios les otorgan permisos para construir.