El exministro del Interior y excomandante de la Policía, general Patricio Carrillo, calificó como estratégica la recaptura de Adolfo Macías, alias Fito, pero advirtió que el verdadero impacto dependerá de que el Estado rompa los vínculos de poder económico y criminal que rodean a estas estructuras.

“La detención de alias Fito devuelve algo de confianza a los ciudadanos y demuestra que hay instituciones que, cuando actúan con integridad y coordinación, logran resultados”, dijo este jueves en entrevista con Contacto Directo. No obstante, enfatizó que “las organizaciones criminales funcionan como hidras: cae un líder, pero rápidamente lo reemplazan”.

Carrillo planteó que el Estado debe actuar con inteligencia y planificación para que esta captura no se quede en una victoria simbólica. “La desarticulación debe enfocarse en los mercados ilegales que sostienen el poder criminal. Si no se cortan las rutas del dinero, el liderazgo se reorganiza y el ciclo continúa”, alertó.

También recordó el caso de Leandro Norero, cuya detención en 2022 desencadenó investigaciones de gran calado como Metástasis, Purga y Plaga. “El patrón es claro: detrás de cada líder criminal hay una red política, judicial y económica infiltrada que lo protege. Por eso es clave desencriptar toda la información que se obtenga de Fito”, sostuvo.

El general explicó que la reubicación de Fito en la cárcel La Roca no garantiza su neutralización. “Ya se fugó antes y otros como alias ‘Fede’ también lo han hecho recientemente. El sistema penitenciario ecuatoriano tiene cuatro grandes riesgos: amotinamientos letales, fugas, continuidad delictiva desde adentro y manipulación política de PPLs para desestabilizar al país”, señaló.

A su juicio, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) necesita una auditoría urgente y un rediseño institucional. “En el corto plazo, no hay soluciones estructurales. Lo único que garantiza estabilidad es la fuerza del Estado y el control externo e interno bien articulado”, advirtió.

Carrillo reconoció el rol de la Ley de Seguridad y la Ley de Inteligencia, que según el Gobierno fueron clave en la recaptura, y aseguró que aunque son normativas duras y cuestionadas por algunos sectores, “sí tienen un efecto disuasivo”. En su opinión, “estas leyes han puesto a muchos colaboradores de mafias en alerta, sabiendo que ahora pueden ser procesados por terrorismo o crimen organizado”.

A la par, enfatizó la necesidad de cooperación internacional, especialmente en un eventual proceso de extradición a EE.UU., donde Fito enfrenta acusaciones. “Si coopera allá, hay mucho que puede revelar sobre redes globales: carteles mexicanos, colombianos, el Tren de Aragua y mafias europeas y asiáticas”.

Sobre el futuro del grupo criminal Los Choneros, Carrillo fue claro: “La estructura se va a reorganizar. Lo que se necesita es inteligencia estratégica que ya empiece a identificar a los potenciales sucesores y los desmonte antes de que tomen el control”.

Finalmente, advirtió que la lucha contra el crimen no puede quedar en manos de unas pocas instituciones. “Todos los niveles del Estado deben involucrarse. El municipio donde fue encontrado Fito también debe rendir cuentas. Aquí hay responsabilidades compartidas y omisiones que favorecen al crimen”, puntualizó.