José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, considerado uno de los criminales más peligrosos y el cabecilla de la organización delictiva Los Choneros, fue recapturado la madrugada del 25 de junio en el cantón Montecristi, provincia de Manabí. La operación, coordinada por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, se desarrolló tras más de 500 días de búsqueda, luego de su fuga en enero de 2024 del Centro de Rehabilitación Social Regional de Guayaquil.

El operativo, que se ejecutó en una zona residencial de alta plusvalía, culminó con la detención del líder criminal en el interior de un bunker subterráneo, construido bajo una vivienda lujosa. Según las autoridades, fue clave el rastreo de uno de sus colaboradores, quien laboraba como agente de tránsito en Manta. La intervención tomó cerca de 10 horas y permitió también la captura de varios de sus presuntos cómplices.

Alias ‘Fito’ fue trasladado inmediatamente bajo un fuerte resguardo militar hasta el aeropuerto de Manta, y de allí, en un avión de la Fuerza Aérea, a Guayaquil. Actualmente se encuentra recluido nuevamente en la prisión de máxima seguridad La Roca, donde también está alojado Adolfo ‘Fede’ Macías, otro cabecilla del crimen organizado recapturado días antes.

El Gobierno Nacional celebró el resultado del operativo. En una declaración oficial, el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, afirmó que “este narco terrorista está donde debe estar”, mientras que el presidente Daniel Noboa calificó la acción como un golpe contundente al crimen organizado.

La captura de ‘Fito’ se produce en medio de una estrategia estatal para recuperar el control del sistema penitenciario y frenar el avance de las estructuras criminales. Macías Villamar fue condenado a 34 años de prisión por delitos como narcotráfico, asesinato y delincuencia organizada. Además, enfrenta cargos federales en Estados Unidos, país que lo ha declarado fugitivo internacional y podría solicitar su extradición.

El operativo refuerza el mensaje del Ejecutivo de que no habrá tregua contra las mafias que operan dentro y fuera de las cárceles, y se enmarca dentro del denominado “conflicto armado interno” declarado por el Gobierno a inicios de año. Las autoridades no descartan nuevas capturas de alto nivel en los próximos días.