Hugo Carvajal, exdirector de inteligencia militar de Venezuela y figura clave en los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, se declaró culpable este miércoles en una corte federal de Estados Unidos por delitos de narcotráfico y narcoterrorismo. El histórico giro judicial marca un duro golpe para el chavismo y expone los lazos entre altos funcionarios venezolanos y el crimen organizado internacional.
Conocido como “El Pollo” Carvajal, el militar admitió su participación en una red criminal que, según la Fiscalía estadounidense, colaboraba directamente con la extinta guerrilla de las FARC y facilitaba el envío de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos. Se le acusa de conspirar para importar droga, promover el narcoterrorismo y otros delitos relacionados con posesión de armas. Podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua. La sentencia se conocerá el 29 de octubre.
“El caso revela una verdad profundamente alarmante: hay funcionarios de gobiernos extranjeros que han conspirado para inundar de drogas a Estados Unidos”, señaló el fiscal federal Jay Clayton.
Una carrera al servicio del poder… y del narco
Carvajal fue jefe de la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela entre 2004 y 2011 bajo Chávez, y nuevamente en 2013 y 2014 con Maduro. Desde 2008 ya estaba en la mira de EE.UU., al ser incluido en la Lista Clinton por supuestos vínculos con el narcotráfico y las FARC.
Aunque en 2014 fue detenido brevemente en Aruba por pedido estadounidense, logró evitar la extradición gracias a su estatus diplomático. En 2019, fue detenido en España, pero se fugó y estuvo prófugo durante dos años, hasta ser recapturado en 2021 y extraditado en 2023.
En su comunicado, el Departamento de Justicia señaló que Carvajal y otros miembros del llamado Cartel de Los Soles “corrompieron instituciones legítimas de Venezuela para convertirlas en herramientas del narcotráfico, perjudicando tanto al pueblo venezolano como a la comunidad internacional”.
Robert Murphy, agente especial de la DEA, sostuvo que Carvajal “utilizó su alto cargo para causar daño directo a Estados Unidos”.
De hombre de confianza a disidente
En 2017, Carvajal rompió públicamente con Maduro, acusándolo de “asesinar a jóvenes” y de llevar al país a la escasez. En 2019, reconoció a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Sin embargo, su pasado lo alcanzó y hoy enfrenta el peso de la justicia estadounidense por su rol en una de las redes criminales más poderosas de América Latina.
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