En una decisión sin precedentes, los 32 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordaron este miércoles, durante la cumbre celebrada en La Haya, incrementar su gasto en defensa hasta el 5 % del Producto Interno Bruto para el año 2035. Este nuevo objetivo representa más del doble del compromiso actual, fijado en el 2 %, y fue respaldado por todos los jefes de Estado y de Gobierno, según se estableció en la declaración final de la cita.

El documento establece que los países deberán presentar planes anuales que demuestren un camino “creíble y progresivo” hacia esa meta, sin excepciones para ningún miembro, incluida España. La medida fue justificada por las crecientes amenazas a la seguridad internacional, con énfasis en el peligro a largo plazo que representa Rusia para la seguridad euroatlántica, así como la persistente amenaza del terrorismo. En paralelo, se reiteró el compromiso férreo con la defensa colectiva estipulada en el artículo 5 del tratado, destacando que “un ataque a uno es un ataque a todos”.

La cumbre también fue escenario para una bilateral clave entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelensky. Trump celebró el resultado del encuentro como “fantástico” y lo calificó como un éxito rotundo que respondió a su insistencia en que los países aliados eleven sus aportes militares. “Ha sido tremendo”, declaró, posando junto a líderes como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el primer ministro británico, Keir Starmer, en la foto oficial del evento.

Ucrania ocupó un espacio central en la agenda. El respaldo de los países miembros a Kiev fue definido como parte del gasto en defensa de cada Estado, y Rutte reiteró que el camino de Ucrania hacia la OTAN es “irreversible”. En ese mismo contexto, Zelensky anunció un acuerdo con Dinamarca para trasladar parte de su producción armamentística al país nórdico, evitando así que sus infraestructuras militares sean blanco de ataques rusos. La cooperación permitirá a empresas ucranianas instalar operaciones en suelo danés, marcando un hito en la producción conjunta de defensa con un país europeo.

Sin embargo, la cumbre no estuvo exenta de tensiones internas. El presidente francés Emmanuel Macron llamó a resolver cuanto antes el conflicto arancelario entre la Unión Europea y Estados Unidos. Afirmó que no es coherente exigir mayores gastos a los aliados mientras se mantienen disputas comerciales entre ellos. “No tiene sentido pedir más inversión en defensa y al mismo tiempo librar una guerra comercial”, sentenció ante los medios.