El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, se pronunció sobre la controversia generada por la falta de autorización para la marcha del Orgullo LGBTI, prevista para el sábado 29 de junio. El evento no recibió los permisos municipales requeridos, lo que provocó críticas de activistas y colectivos de diversidad sexual.
Álvarez aseguró que la decisión no responde a motivos ideológicos ni discriminatorios, sino a un incumplimiento en los requisitos administrativos. Según explicó, los organizadores no presentaron a tiempo la documentación necesaria, como el plan de seguridad, logística y contingencia, exigido para todo tipo de concentración masiva en la ciudad.
“El permiso no fue negado por el contenido del evento, sino por la falta de cumplimiento con los procedimientos establecidos. Toda solicitud debe ser tramitada con la antelación debida y con las garantías mínimas que exige la ley”, afirmó el alcalde durante una rueda de prensa.
Diversos colectivos LGBTI han rechazado la postura del Municipio, asegurando que en años anteriores las gestiones fueron menos restrictivas y que esta vez existió una actitud más burocrática. Denuncian que se trata de un retroceso en materia de derechos y visibilidad.
En respuesta, Álvarez reiteró su apertura al diálogo y su compromiso con el respeto a la diversidad. No obstante, recalcó que ninguna agrupación está por encima de las normas y que su administración actúa bajo criterios técnicos y no políticos.
Pese a no contar con autorización formal, los organizadores no han descartado llevar a cabo la marcha bajo nuevas condiciones o en otro lugar, reafirmando su intención de visibilizar los derechos de la población LGBTI.
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