A juicio del exlegislador y exconstituyente Enrique Herrería, la crisis que vive el sistema de justicia en Ecuador no se soluciona con destituciones ni reformas al Código Penal. Se necesita una cirugía mayor: la eliminación del Consejo de la Judicatura, del Consejo de Participación Ciudadana y una nueva Constitución.

“La corrupción en la justicia es estructural. No es un problema de personas, sino de instituciones que no funcionan. Y eso solo puede corregirse con una Asamblea Constituyente”, sentenció en una entrevista con Teleamazonas.

Mientras el fiscal general asegura que se han pedido sanciones contra 68 operadores de justicia y la Judicatura informa la destitución de 93 funcionarios en un año, Herrería asegura que nada de eso resolverá el problema de fondo: “Lo que hay que hacer es eliminar instituciones que son nocivas para el país. El Consejo de la Judicatura no sirve. Nunca debió existir. Eso debe volver a la Corte Nacional de Justicia”.

Recordó que, antes, la Corte Suprema manejaba de forma directa los asuntos administrativos y disciplinarios del sistema judicial, con conocimiento real del trabajo de los jueces. “Se conocía a los magistrados. Hoy, el control está en manos de un ente político, no técnico”, reclamó.

Herrería también apuntó contra el Consejo de Participación Ciudadana, calificándolo como otra “institución tóxica” que ha permitido el reparto de cargos por intereses políticos: “Algunos de sus miembros terminaron presos o prófugos por corrupción y extorsión. Hay que extirparlo de la Constitución”.

Aunque reconoce que el Ejecutivo ha mostrado voluntad para combatir el crimen organizado, cree que se está desperdiciando una oportunidad histórica: “Con el nivel de aprobación que tiene el presidente Noboa, debería empujar una Asamblea Constituyente. No sirven las reformas tibias. Hay que ir a lo estructural”, afirmó.

Según Herrería, la Corte Constitucional podría allanar ese camino si entiende la gravedad del momento: “La Ley de Garantías Jurisdiccionales permite cambiar precedentes cuando cambian las circunstancias sociales, y hoy estamos desbordados por la delincuencia”.

Sobre los argumentos que desestiman una Asamblea Constituyente por sus costos y plazos, Herrería respondió con firmeza: “Sí, toma tiempo y recursos. Pero si seguimos como estamos, el costo será mayor: el país se está hundiendo. No hay seguridad, no hay inversión, no hay crecimiento económico”.

Advirtió que mientras no se den cambios estructurales, los parches seguirán fracasando. “El país necesita plazas de trabajo, necesita inversión. Y eso no va a pasar si seguimos con normas que espantan al capital, con estructuras que protegen mafias y con jueces puestos por compadrazgos”.