La tensión en Medio Oriente alcanzó este lunes 23 de junio un nuevo nivel tras el anuncio del Parlamento iraní: se ha aprobado el cierre del estrecho de Ormuz, una vía clave para el comercio mundial de crudo y gas. La medida responde directamente a los recientes ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes.

El estrecho, de apenas 55 kilómetros de ancho y ubicado entre Irán y Omán, es responsable del tránsito del 30 % del petróleo global y del 20 % del gas natural licuado. Cualquier intento de bloqueo tendría consecuencias inmediatas para la economía internacional y los precios de la energía.

La decisión aún debe ser ratificada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, encabezado por el presidente Masud Pezeshkian, pero medios iraníes ya hablan de un cierre “inminente”.

Durante una entrevista televisada, el general y parlamentario Esmaeil Kowsari aseguró que existe un “consenso” dentro del Legislativo para proceder con el cierre como respuesta a la escalada militar.

Estados Unidos bombardeó el sábado 21 de junio tres sitios estratégicos del programa nuclear iraní: Fordó, Natanz e Isfahán. Este ataque, el primero de Washington en el conflicto Irán–Israel, ha sido condenado por Rusia, China y Pakistán, pero no por países europeos.

En paralelo, Israel mantiene ataques diarios con drones y misiles. El más reciente alcanzó dos instalaciones militares en Bushehr —donde se encuentra la única planta nuclear iraní— y una central eléctrica en Yazd. Irán reporta hasta el momento 430 muertos y 3.500 heridos, la mayoría civiles. En Israel, el saldo es de 24 fallecidos.

El posible cierre del estrecho de Ormuz revive el temor de una guerra energética a gran escala. Por este paso marítimo circula el 40 % del petróleo que importa China, y países como Irak, Kuwait, Catar y Emiratos Árabes Unidos dependen totalmente de él para exportar su crudo.

La situación se agrava hora tras hora. El mundo observa con preocupación, mientras una decisión política tomada en Teherán podría desencadenar una crisis económica global.