Las relaciones entre Italia y Ecuador atraviesan uno de sus momentos más intensos tras 125 años de historia. Así lo afirmó Giovanni Davoli, embajador de Italia en Ecuador, quien en una entrevista hizo un repaso de los avances bilaterales, especialmente en los temas de seguridad y lucha contra el crimen organizado.
Davoli destacó que, en los últimos dos años, la cooperación se ha enfocado especialmente en el combate a las mafias transnacionales. “Un Estado solo no puede derrotar este fenómeno, por eso se requiere cooperación internacional, como lo aprendimos en Italia”, explicó. Recordó que su país tardó varias décadas en enfrentar y debilitar a las organizaciones criminales, un proceso que cobró la vida de figuras icónicas como el fiscal Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, asesinados por la mafia italiana.
Actualmente, Italia aporta su experiencia al Ecuador con presencia de fiscales, magistrados y oficiales especializados que asesoran a las instituciones ecuatorianas. “Hoy tenemos un fiscal italiano, un coronel de la Policía Nacional Italiana en Quito y programas activos de intercambio de información que ya han permitido importantes decomisos de droga en Europa relacionados con redes que operan desde Sudamérica”, señaló Davoli.
Como parte de este esfuerzo conjunto, se ha activado el programa Itajú, un proyecto de cooperación italo-ecuatoriana en seguridad y justicia, financiado a través de un fondo de desarrollo sostenible derivado de un mecanismo de canje de deuda entre ambos países. Desde 2023, este fondo ha destinado $10 millones a capacitación, tecnología y fortalecimiento institucional, incluyendo mejoras en el sistema penitenciario ecuatoriano.
En materia migratoria, Davoli subrayó la relevancia de la comunidad ecuatoriana en Italia, que hoy constituye el tercer destino de migración ecuatoriana en el mundo, solo después de Estados Unidos y España. En este marco, se trabaja en promover políticas de migración regular y circular, que permitan oportunidades laborales seguras para los ecuatorianos.
El embajador también fue directo al referirse al dramático contexto de violencia que vive Ecuador, atribuyendo varios crímenes recientes —incluido el asesinato del teniente coronel Porfirio Cedeño y la muerte de niños en Manabí y El Oro— a la acción de mafias y bandas criminales, y advirtiendo sobre el riesgo de normalizar esta violencia. “Estos crímenes no son simplemente falta de seguridad, son el resultado de estructuras mafiosas actuando en el país”, sentenció.
Finalmente, subrayó que la experiencia de Italia demuestra que, aunque el camino es largo, la lucha contra el crimen organizado es posible: “La mafia es un fenómeno humano, y como todo fenómeno humano, tiene un principio y tendrá un final”.
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