El excomandante general de la Policía, Fausto Salinas, respaldó el reciente traslado de la Comandancia General a Guayaquil como una medida táctica con impacto inmediato en la lucha contra el crimen organizado. En entrevista con Ecuavisa, Salinas aseguró que esta decisión permitirá mejorar las operaciones en territorio, desplegar unidades especializadas y ejercer presión directa sobre el sistema judicial.
“La presencia del mando permite focalizar los blancos, dirigir investigaciones en el lugar y acompañar con unidades antinarcóticos e inteligencia. No es solo una medida simbólica”, afirmó. Según el exjefe policial, el cambio responde a una estrategia más amplia, que incluye la reciente aprobación de la Ley de Inteligencia, la cual —dijo— podría convertirse en una herramienta clave si se aplica correctamente.
Salinas también reconoció que los resultados serán temporales si no se corrigen fallas estructurales en el sistema judicial. “Hay corrupción y deficiencias que impiden que se emitan sentencias. La presión debe ir más allá de lo operativo. Se requiere coordinación con fiscales y jueces probos”, subrayó.
Sobre las críticas a la presencia política en zonas de conflicto, el general fue claro: “La visita de ministros no entorpece las operaciones si está bien dirigida. Deben recoger necesidades en el campo y garantizar que los recursos lleguen”.
En cuanto a una posible evolución hacia un bloque de búsqueda, como el modelo colombiano, Salinas fue escéptico: “No hace falta crear uno nuevo, sino fortalecer el bloque de seguridad con herramientas como la ley de inteligencia y una UAFE técnica, no política”.
Finalmente, insistió en que el combate al crimen no se gana solo con patrullas o capturas mediáticas: “El verdadero impacto está en desarticular las economías criminales y romper la impunidad. Sin eso, todo lo demás es momentáneo”.
0 comentarios