La tensión entre Israel e Irán continúa agravándose tras una serie de ataques y represalias que han dejado al menos 24 muertos en Israel y 224 en Irán, según cifras oficiales.

Desde el viernes, Israel lanzó una ofensiva aérea contra objetivos militares iraníes, incluyendo presuntas instalaciones nucleares y depósitos petroleros, con más de 50 aviones de combate y un control aéreo total sobre Teherán, según el ministro de Defensa israelí. El gobierno israelí advirtió a los civiles en las zonas atacadas evacuar para evitar daños.

En represalia, Irán lanzó una ola de misiles balísticos hacia Israel, algunos logrando penetrar el sistema de defensa “Domo de Hierro”, impactando ciudades como Tel Aviv y Bat Yam, donde rescatistas buscan sobrevivientes entre escombros. Ocho personas murieron solo en los ataques del lunes, sumando 24 desde el inicio del conflicto.

La escalada ha generado evacuaciones masivas en Teherán, con ciudadanos huyendo hacia Turquía y Armenia. Además, Irán ha cancelado vuelos internacionales mientras que Israel mantiene activa su “Operación León Naciente”, centrada en neutralizar la capacidad militar iraní.

Los gobiernos se acusan mutuamente de atacar zonas civiles y violar el derecho internacional. Israel califica al líder iraní Alí Jamenei como responsable directo, mientras Irán denuncia un “ataque criminal” y amenaza con respuestas más severas.

La comunidad internacional observa con preocupación, especialmente cuando una esperada ronda de negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán se ve amenazada por esta escalada bélica.