El conflicto en Medio Oriente podría agravar la inflación mundial y representar un desafío para Ecuador, advierte experto

Jun 16, 2025

El aumento de la violencia entre Irán e Israel ha dejado al menos 240 muertos y cientos de heridos hasta la madrugada de este lunes, según fuentes internacionales. Misiles, coches bomba y ataques cruzados han elevado el conflicto a niveles inéditos desde los últimos enfrentamientos regionales. A la par, los mercados han reaccionado con alarma: el precio del petróleo subió un 8% en apenas una semana.

Nelson Baldeón, consultor en geopolítica energética, advierte que esta crisis impactará directamente en el bolsillo de países importadores de crudo como Ecuador, que atraviesa una fuerte caída de producción. “Fue tan disruptivo el día viernes que vimos una subida del 13 al 14% en el precio. Pasamos de los 74 dólares por barril y eso genera preocupación para países con declive petrolero”, señaló Baldeón en entrevista con Ecuavisa, desde Nueva York.

Uno de los puntos más delicados del conflicto es el estrecho de Ormuz, una vía por la que transita el 17% del petróleo mundial. Irán ha amenazado con bloquearlo, lo que podría paralizar gran parte del transporte de crudo global.

“Por ese canal pasan más de 16 millones de barriles diarios. Un bloqueo escalaría la guerra comercial y afectaría directamente a la inflación mundial. Esperemos que Irán no lo haga”, advirtió el analista.

¿Quién gana en esta crisis?

Baldeón afirma que potencias petroleras como Arabia Saudita y Rusia se benefician del alza de precios, al igual que países emergentes como Brasil, Guyana y Argentina. Incluso Venezuela, pese a sus restricciones, “aprovecha que es uno de los principales proveedores de crudo para China”,

Ecuador también podría recibir ingresos extraordinarios, ya que el precio de su crudo de referencia vuelve a superar los 70 dólares. Pero, según Baldeón, esta ganancia tiene límites claros. “Tenemos una refinería dañada, y hay que importar derivados. El efecto positivo de más ingresos por exportación se diluye al tener que pagar más por combustibles importados”, explicó.

Además, la producción nacional cayó un 10% en el último año, lo que limita aún más los beneficios para el país.

Para revertir esta situación, Baldeón propone una reforma urgente a la Ley de Hidrocarburos. Sugiere seguir el modelo de Perú, que ha asignado directamente bloques petroleros a empresas como Chevron y Oxy.



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