La tensión entre Israel e Irán escaló dramáticamente desde el viernes, dejando un saldo de al menos 140 muertos y cientos de heridos en ataques que alcanzaron zonas residenciales, complejos militares e infraestructuras sensibles.

Este sábado por la noche, Irán lanzó decenas de misiles balísticos contra territorio israelí, provocando la muerte de al menos diez personas e hiriendo a más de 100, según confirmaron los servicios de emergencia de Israel.

Entre las víctimas mortales se encuentran cuatro mujeres de una misma familia en Tamra (norte) y seis personas, incluidos dos niños, en Bat Yam, ciudad del centro del país donde aún se busca a desaparecidos entre los escombros.

La ofensiva iraní respondió a una serie de ataques israelíes ejecutados el viernes en Teherán, los cuales, según el gobierno iraní, dejaron 78 muertos y más de 320 heridos, la mayoría civiles. La televisión estatal elevó la cifra a 60 fallecidos solo en un edificio de apartamentos, incluyendo 20 niños.

El conflicto se traslada a zonas urbanas

Los ataques israelíes del viernes habrían alcanzado infraestructura nuclear iraní y depósitos de petróleo, en lo que Irán calificó como una “violación del derecho internacional”. En represalia, Irán lanzó su “respuesta aplastante”, con bombardeos a zonas del centro y norte de Israel.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron el sábado que habían golpeado más de 150 objetivos militares iraníes. En redes sociales, incluso emitieron advertencias en farsi para que los ciudadanos de Teherán evacúen zonas cercanas a fábricas de armas.

“Su presencia junto a esta infraestructura pone en riesgo sus vidas”, advirtieron las FDI en X.

“Una mañana muy triste”

El presidente de Israel, Isaac Herzog, calificó la jornada del domingo como “muy triste y difícil”. Recalcó que entre los fallecidos había judíos y árabes, inmigrantes, niños y ancianos.

Por su parte, el canciller iraní Seyyed Abbas Araghchi exigió a Israel detener los ataques para frenar la escalada. Desde Teherán, el presidente Masoud Pezeshkian advirtió que habrá una respuesta “más severa” si continúan las agresiones.

Aunque Estados Unidos negó su implicación en los bombardeos israelíes, Irán exigió que Washington condene las acciones y asuma su responsabilidad diplomática en el conflicto.