El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha comenzado a notificar a cientos de miles de inmigrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití que sus permisos temporales para vivir y trabajar en el país ya no son válidos.

La información fue revelada por la cadena CNN, que accedió a uno de los correos electrónicos enviados a los afectados. En el mensaje, el gobierno estadounidense anuncia la cancelación del parole y advierte que si no abandonan el país, podrían enfrentar detención y deportación inmediata.

“Si no sale del país, podría estar sujeto a medidas coercitivas, incluyendo, entre otras, la detención y la expulsión”, señala el aviso.

Además, los permisos de trabajo ligados a este programa serán revocados, dejando a miles de familias en un limbo legal y económico.

Esta decisión se produce tras un fallo del Tribunal Supremo de EE. UU., emitido el 30 de mayo, que permite a la administración de Donald Trump retirar las protecciones migratorias otorgadas por el expresidente Joe Biden en 2023, cuando implementó un programa humanitario condicionado a que los migrantes tuvieran patrocinadores dentro del país.

El plan de Biden había beneficiado a más de 532.000 personas, como medida para frenar el cruce ilegal por la frontera sur. Sin embargo, la administración Trump —que retomó el poder en enero— impugnó legalmente la política y finalmente logró luz verde del Supremo para revertirla.

La medida ya ha generado un ambiente de tensión. El ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) ha intensificado las redadas en varias ciudades, provocando disturbios en Los Ángeles y protestas en otras zonas del país por lo que muchos consideran una “cacería de migrantes”.

El defensor de migrantes William Murillo calificó esta política como una “cortina de humo de Trump”, señalando que se trata de una estrategia para desviar la atención de otros temas clave en su administración.

Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y colectivos migrantes se movilizan para brindar asesoría legal a los afectados, que ahora enfrentan una carrera contrarreloj para evitar ser expulsados del país.