El jugo de ciruela pasa ha cobrado relevancia en el ámbito nutricional gracias a sus propiedades beneficiosas para la salud ósea y articular. Diversos estudios han demostrado que su consumo diario contribuye a mejorar la densidad mineral de los huesos y a prevenir el deterioro de las articulaciones, especialmente en personas mayores y mujeres en etapa posmenopáusica.

Este jugo, elaborado a partir de ciruelas deshidratadas, concentra nutrientes clave como potasio, vitamina K, boro y compuestos fenólicos, los cuales actúan de manera sinérgica para preservar la integridad del sistema esquelético. El potasio, por ejemplo, ayuda a equilibrar la acidez del cuerpo, evitando la pérdida de calcio en los huesos. La vitamina K activa proteínas esenciales para la mineralización ósea, mientras que el boro favorece el metabolismo del calcio, magnesio y fósforo.

Investigaciones recientes han evidenciado que el consumo regular de jugo de ciruela pasa mejora los marcadores de formación ósea y reduce aquellos asociados con la pérdida de masa ósea. Estas conclusiones respaldan su inclusión como parte de una dieta preventiva contra enfermedades como la osteoporosis.

Expertos en nutrición recomiendan un vaso diario como medida complementaria para mantener huesos fuertes y articulaciones saludables, resaltando su potencial como alternativa natural frente al deterioro esquelético asociado al envejecimiento.