La violencia que azota a Ecuador tiene una raíz clara: el crecimiento acelerado de bandas delictivas. En apenas cinco años, el país pasó de registrar 4 a 37 grupos criminales, según un estudio internacional publicado por la organización Armed Conflict Location & Event Data (ACLED).
Este fenómeno comenzó en 2020, cuando fue asesinado alias Rasquiña, entonces líder de Los Choneros, dentro de un restaurante en un centro comercial de Manta, refleja el documento.
Desde ese momento, esa poderosa estructura criminal se fragmentó en al menos siete nuevas bandas, explica Renato Rivera, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.
Pero esa no fue la única fractura. Rivera identifica otros tres puntos clave que alimentaron esta ola delictiva entre 2023 y 2025:
- La detención de alias ‘Negro Willy’ en España, que dividió a Los Tiguerones.
- El asesinato de alias ‘Ben 10’, que rompió a los Chonekillers.
- La minería ilegal en El Oro y la Amazonía, que desmembró a Los Lobos.
“Estos tres grupos se fragmentaron en unas nueve nuevas bandas. Y esa dispersión criminal ha incrementado drásticamente la violencia”, advierte Rivera.
El 80% de la violencia se concentra en la Costa
Una investigación de Teleamazonas revela que el 80% de los crímenes violentos (asesinatos, atentados, enfrentamientos) ocurren en cinco provincias costeras: Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santa Elena y El Oro.
La Zona 8, que comprende Guayaquil, Durán y Samborondón, es uno de los epicentros. Hasta mayo de 2025, se reportaron 1 585 homicidios, lo que representa un aumento del 78% en comparación con el mismo periodo del 2024.
De los 12 distritos de esa zona, cinco son los más críticos: Nueva Prosperina, Pascuales, Portete, Sur (en Guayaquil) y Durán. Pero la Policía ha priorizado nueve distritos por la violencia que allí se vive. En esos sitios se han identificado “polígonos” de operación criminal, donde se intensifican los operativos.
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