El director ejecutivo de ATUNEC, Luigi Benincasa, criticó la decisión del Gobierno de eliminar el subsidio al diésel para la flota pesquera y pidió medidas compensatorias para evitar la pérdida de competitividad del sector atunero ecuatoriano, que representa la segunda flota más grande del mundo después de Tailandia.

El reciente retiro del subsidio al diésel para la flota atunera ha encendido una nueva controversia entre el Gobierno y uno de los sectores exportadores más exitosos del país. Luigi Benincasa, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Pesquería (ATUNEC), aseguró que si bien el sector entiende que el país enfrenta dificultades fiscales, “no se puede castigar a una industria que genera empleo, desarrollo y posicionamiento internacional con decisiones unilaterales y sin diálogo técnico”.

Benincasa rechazó las declaraciones de la ministra de Finanzas, Sariha Moya, quien justificó la medida por la necesidad de focalizar subsidios que, según dijo, fomentan el contrabando y la corrupción. “Nos duele que nos señalen de contrabandistas. Somos una industria formal, supervisada, que compite con enormes desventajas frente a flotas asiáticas más modernas y subsidiadas. Nosotros aportamos más del 2% a la economía nacional y consumimos apenas el 4% del diésel del sector pesquero”, enfatizó.

La medida, parte de un paquete gubernamental para recaudar unos 600 millones de dólares, busca retirar gradualmente subsidios y crear nuevas fuentes de ingreso, como una tasa minera. Según el Gobierno, el impacto del recorte al sector atunero no supera los 42 millones de dólares. Benincasa discrepa: “Ni siquiera es eso. Apenas 14 millones, y lo aceptamos. Lo que pedimos es que se aplique de manera progresiva y con medidas compensatorias”.

Entre esas propuestas se incluye la autorización para importar libremente diésel, la eliminación del ISD y los aranceles sobre insumos pesqueros, tarifa cero de IVA para maquinaria y la implementación del artículo 35 de la Ley de Fomento Productivo que nunca ha sido aplicado. Además, señaló que los 42 millones de dólares en créditos anunciados por el Banco del Pacífico para modernizar la flota “son insuficientes”.

Benincasa defendió también la legalidad y trazabilidad del combustible que utiliza la flota. “Hay controles de la Armada, catálogos de consumo por motor, inspecciones. No es cierto que haya contrabando sistemático. Que un mal actor lo haya hecho, no significa que todos seamos iguales”, declaró.

Finalmente, recordó que Ecuador compite en condiciones adversas: flotas con menor tecnología, combustible de menor calidad y estrictas exigencias internacionales como las de la Unión Europea. “A pesar de todo, somos la segunda flota atunera del mundo. No se puede desconocer ese esfuerzo ni ponerlo en riesgo con medidas apresuradas”, concluyó.

El sector atunero representa una de las principales fuentes de divisas no petroleras del Ecuador. Según datos del propio Gobierno, en 2023 exportó más de 1.600 millones de dólares. La industria teme que la eliminación del subsidio, sin un acompañamiento técnico, encarezca sus operaciones y reduzca su competitividad frente a otros países productores.