El endurecimiento de las redadas migratorias, la militarización de ciudades como Los Ángeles y la intensificación de los discursos xenófobos han encendido la alarma en Estados Unidos. Para William Murillo, presidente ejecutivo de 1800 Migrantes, la actual ofensiva antimigratoria del expresidente Donald Trump no responde a una necesidad de seguridad nacional, sino que es “una crisis fabricada para desviar la atención de otros escándalos”, como las acusaciones que surgieron recientemente entre Trump y el magnate Elon Musk.

“Trump dijo que deportaría criminales, pero ahora están persiguiendo a madres que llevan a sus hijos a la escuela, a niños que se presentan ante jueces sin abogados. Eso es una violación clara al debido proceso y a los derechos civiles”, sostuvo Murillo en una entrevista con Contacto Directo. Aseguró que la situación ha generado miedo e incertidumbre en la comunidad migrante, particularmente en la ecuatoriana, y que muchos compatriotas evalúan regresar voluntariamente al país para no ser víctimas de detenciones o maltratos.

El despliegue de tropas de la Guardia Nacional en California, sin autorización del gobernador, ha provocado una nueva crisis entre el Gobierno Federal y las autoridades estatales. “Estados Unidos es un estado federal. Lo que hace Trump es violar la Constitución, desbordando sus competencias, y eso ya no es solo un choque político, sino una confrontación entre Estados”, advirtió.

Las manifestaciones contra estas medidas ya no se limitan a California. Se han extendido a Nueva York, Austin, Boston y Atlanta, con miles de personas protestando en defensa de los migrantes. Aunque han ocurrido incidentes aislados de violencia, Murillo subrayó que la mayoría de las movilizaciones han sido pacíficas y exigen una reforma migratoria integral.

Murillo también denunció que el actual accionar del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) recuerda a una “cacería humana”, con irrupciones violentas en fábricas y barrios latinos. “Hay ecuatorianos que viven con miedo de salir de casa por temor a ser detenidos. Esto está destruyendo familias y vidas”, lamentó.

Frente a este panorama, el dirigente migrante pidió mayor respaldo del Gobierno ecuatoriano. “Hemos presentado un proyecto para otorgar préstamos a migrantes que les permitan pagar abogados en Estados Unidos y evitar deportaciones. Eso, además, ayudaría a proteger el flujo de remesas hacia el país”, explicó.