La reciente ola de violencia que azota a Colombia ha encendido las alarmas. El atentado con arma de fuego contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien aún lucha por su vida, y los 28 heridos y ocho muertos tras ataques armados en Cauca y Valle del Cauca, reavivan los peores fantasmas del país. Para el analista político Pedro Medellín, Colombia atraviesa un momento con “fuertes similitudes” al vivido en los años 80 y 90, pero con un agravante: hoy, el enemigo ya no tiene rostro.

“En los 80, sabíamos quién era el enemigo: Pablo Escobar, las FARC, los paramilitares. Hoy, enfrentamos una red difusa de múltiples organizaciones mafiosas ligadas al narcotráfico, a la minería ilegal y a grupos armados ilegales que se esconden tras la fachada de la protesta social”, advirtió Medellín en entrevista con Contacto Directo.

Según el catedrático colombiano, esta violencia es consecuencia directa del “fracaso” del acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC. A su juicio, la desmovilización dejó vacíos de poder en varias zonas del país que fueron ocupadas por nuevos actores criminales, incluidos carteles extranjeros.

“La política de paz total del presidente Petro ha debilitado al Estado, retiró a la Policía, amarró a las Fuerzas Armadas y entregó territorios a grupos con los que se negocia. Mientras el Estado se debilitaba, los grupos armados crecieron, se organizaron y hoy imponen el miedo”, lamentó.

Para Medellín, las decisiones del presidente Gustavo Petro —y su estilo de gobernar— han contribuido a encender el conflicto. “El mandatario improvisa, desoye a sus asesores y lanza discursos que alimentan la confrontación. Su reacción ante el atentado a Miguel Uribe fue tardía y confusa, sin siquiera un llamado contundente a una investigación independiente”, criticó.