El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a China de incumplir el acuerdo comercial alcanzado hace dos semanas, que redujo significativamente los aranceles entre ambas naciones. En un mensaje en su red social Truth Social, Trump afirmó que, antes del pacto, los elevados aranceles impuestos por Washington habían colocado a la economía china en una situación precaria, con cierres de fábricas y disturbios civiles. Según el mandatario, el acuerdo fue diseñado para estabilizar la economía china, pero ahora sostiene que Pekín ha violado completamente los términos establecidos.

El acuerdo en cuestión redujo los aranceles estadounidenses sobre productos chinos del 145% al 30%, mientras que China disminuyó sus gravámenes sobre bienes estadounidenses del 125% al 10%. Estas condiciones tenían una vigencia de 90 días, durante los cuales se esperaba que ambas partes negociaran un pacto más duradero. Sin embargo, las recientes declaraciones de Trump ponen en duda la continuidad de este entendimiento y aumentan la incertidumbre en las relaciones comerciales entre las dos potencias.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, reconoció que las negociaciones con China se encuentran estancadas, aunque expresó su esperanza de que se retomen en el corto plazo. Mientras tanto, el mercado financiero ha reaccionado de manera mixta ante la escalada de tensiones. El índice S&P 500 registró una ligera caída del 0,10%, el Dow 30 subió un 0,09%, el Nasdaq descendió un 0,29% y el Russell 2000 disminuyó un 0,82%.

Estas tensiones se suman a otras medidas recientes de la administración estadounidense, como la revocación de visados a estudiantes chinos vinculados al Partido Comunista, lo que podría afectar a miles de alumnos en Estados Unidos. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos, dada la relevancia de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China para la economía global.