Daniel Noboa asumió el poder hace pocos días, nos gobernará durante los siguientes cuatro años y soy un convencido que el país requiere una tregua hasta que termine su período.
Al país le polarizamos hace casi 18 años y los resultados han sido escasos: disputas, peleas, descalificaciones y más. Todo porque el presidente de turno ha sido contrario a nuestra ideología. No recuerdo a los últimos mandatarios convocar a un gran diálogo nacional, a hacer una pausa en nuestras posturas y esto contagia a los ciudadanos. El resultado es evidente, una confrontación general, inclusive hay casos de familias, amistades que se han distanciado por sus posturas políticas.
En estos días, tal vez, lo más criticado ha sido la designación de Marcela Holguín como Gerente de Medios Públicos por su pasado en el “correísmo”. Ya asumió su cargo, pero la lluvia de críticas a su designación y a ella no han cesado. Es decir, no se juzgará su labor, sino sus antecedentes políticos, nos acordamos de su posición política de los últimos 10 años y no de su experiencia y capacidad profesional. ¿Acaso no puede haber rectificado y ahora sumarse a un nuevo proyecto político?
Igual sucede con la revocatoria iniciada contra el alcalde de Quito Pabel Muñoz, se lo quiere destituir por ser “correísta”, no por sus acciones. No se toma en cuenta que si gana la revocatoria, su reemplazo también es del mismo movimiento político, es decir, la principal causa por la cual se destituiría no será resuelta.
Invoco a la ciudadanía a pensar más en el país que en nuestros propios intereses, a entiender que la capacidad de una persona está más allá de su ideología política. Lo que si no se puede tolerar en ningún cargo público son aquellos funcionarios con antecedentes de corrupción y carentes de ética pública.
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