La violencia política marcó con sangre las elecciones presidenciales de 2025 en Ecuador. Un total de 80 agresiones contra personas vinculadas al proceso electoral —en el que Daniel Noboa fue reelegido hasta 2029— fueron documentadas por el Observatorio Ciudadano de Violencia Política, lo que representa un alarmante incremento del 122 % en comparación con los comicios anticipados de 2023.
De esas agresiones, 46 personas fueron asesinadas, entre ellas 14 líderes políticos, 21 funcionarios públicos, cuatro miembros de la fuerza pública y cinco víctimas colaterales.
Las provincias más golpeadas
Guayas, Manabí, El Oro y Pichincha concentraron la mayoría de estos ataques, siendo Manabí (26 %) y Guayas (25 %) las más afectadas. Las agresiones también alcanzaron a periodistas, exfuncionarios, líderes sociales y familiares de autoridades.
El informe —que abarca desde el 9 de febrero de 2024 hasta el 13 de abril de 2025— detalla además ocho atentados, 21 amenazas, cuatro secuestros y una agresión física durante la campaña.
Uno de los movimientos que participó en la carrera presidencial fue el más golpeado por la violencia: siete de sus miembros fueron asesinados, además de reportarse una amenaza directa y un atentado armado.
Violencia política con enfoque de género
El informe también revela un patrón preocupante de violencia política de género: se registraron 44 expresiones de agresión dirigidas a mujeres candidatas o participantes del proceso electoral. La sexualización (46,51 %) y los comentarios sobre la apariencia física (25,58 %) fueron las formas más frecuentes de agresión, seguidas de cuestionamientos sobre su emocionalidad o capacidad de liderazgo.
Este informe pone en evidencia el nivel de riesgo al que se enfrentan quienes participan en la política ecuatoriana, y plantea una alerta urgente sobre la necesidad de proteger la vida y la integridad de quienes disputan el poder en el país.
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