Necesidad de evaluar la inteligencia de los actores criminales en el marco del CANI

May 19, 2025

Por María Fernanda Noboa

En las constantes reflexiones en torno a las fallas y sorpresas en la gestión de la inteligencia estratégica, operativa y táctica, se hace mucho- y casi siempre desde una mirada ortodoxa de los Estudios en Inteligencia- en la instrumentalización de métodos, enfoques, ciclos de producción, la subjetividad de los diversos actores comprometidos, con sus fases, de la poca claridad respecto de las amenazas y/o factores de riesgo de los que se intenta la producción de conocimiento de alto valor, anticipado, con signos de alertas tempranas para la toma de decisiones en los distintos niveles de conducción de las operaciones militares y policiales, en el marco concreto del CANI.

Sin embargo, poca importancia le damos a estudiar cómo piensan y diseñan la producción de inteligencia los múltiples actores criminales, en el cumplimiento de sus rutas de acción, que parecen ser más precisas- por lo menos esto da la impresión- sobre todo en los tiempos de anticipación y en el manejo de la sorpresa. Por tal razón, urge institucionalizar una contrainteligencia estatal integrada y abarcativa que pueda blindar y proteger al Estado de dichas amenazas, en tiempo real y post facto para su evaluación.

De hecho, los actores criminales a decir de varios expertos, necesariamente tienen que operar en secreto y de manera muy sensible. La explotación del uso en la redes sociales sirviéndose de la dark web, con operaciones psicológicas oscuras, también son parte del engranaje de las diversas estructuras de inteligencia que se traslapan entre grupos criminales, buscando alianzas ad hoc, o repartiéndose las distintas fases de los llamados ciclos de inteligencia (esfuerzo de búsqueda, recolección, análisis, producción, diseminación) que hoy funcionan somo esquemas de orientación de una realidad que tiene múltiples rostros, que se evapora con gran facilidad. En este momento las estructuras criminales logran fortalecer la vigencia de la tecnoestratégico– uso de tecnologías de vigilancia y operaciones intrusivas en diversos niveles- que responden a los tiempos anticipados y alertados para el ejercicio de las acciones criminales, es decir el nivel cronopolítico, en palabras del experto James Der Derian, como el cálculo casi exacto de cómo y cuándo operar, adaptándose a los momentos oportunos para tener éxito.

Es decir, que la inteligencia de los criminales ya no es un simple oficio. Se ha convertido en una en una práctica de alto valor, sostenida en conocimientos adelantados en tecnologías, en IA, en la profesionalización de metodólogos y analistas de alto nivel (geopolítica, geografía), en expertos en ingeniería social, en operaciones psicológicas oscuras, gente con gran experiencia para poder trabajar en diversas modalidades de la cibercriminalidad, en analistas del discurso, para lo cual cuentan con grandes recursos resultantes de su propias actividades delictivas locales y transnacionales.

Frente a ello los Estados, deben tener claridad, que están en campo minado. Se ha instalado una lucha de “inteligencias” y “contrainteligencias”. Ecuador tiene como tarea obligada, para la conducción oportuna de las diversas operaciones permanentes, sean intermedias o de alto valor, un trabajo coordinado entre la inteligencia estatal- que debe lograr de una vez por todas su institucionalización- con sus diversos subsistemas, trabajen de manera coordinada en tiempo real y a la vez con mirada prospectiva, en el marco de un compromiso ético para la protección de sus habitantes frente a la alarmante expansión de la violencia y multiplicación de actividades criminales y sofisticación de la inteligencia operacional y táctica de los actores no estatales. El intercambio de información con agencias de inteligencia de otros países que están involucrados en conflictos de híbridos y asimétricos es clave, para actuar de manera oportuna, concurrente, combinada y conjunta frente a un escenario demencial de violencia, por su virulencia, expansión y dinámicas operativas cada vez más sofisticadas, anquilosadas y diferenciales en los distintos territorios de Ecuador y principalmente en las zonas fronterizas con Colombia y Perú.



0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



Te puede interesar




Lo último