A dos años de una de las decisiones más polémicas de su mandato, el expresidente Guillermo Lasso volvió a encender el debate político con un mensaje publicado este 16 de mayo en su cuenta de X. “Los que me acusaron sin pruebas buscaban poder, no justicia. El tiempo pone las cosas en su lugar”, escribió, junto a un video de su recordado discurso del 2023, cuando anunció la disolución de la Asamblea Nacional.
El 17 de mayo de 2023, Lasso sorprendió al país con el uso de la muerte cruzada, un mecanismo constitucional previsto en el artículo 148 que permite al presidente disolver el Legislativo en caso de “grave crisis política y conmoción interna”. La decisión se dio en medio de un juicio político en su contra por presunto peculado relacionado con contratos en la empresa pública Flopec.
La medida fue legal, pero su legitimidad sigue siendo cuestionada. Para la oposición fue una fuga política que evitó el juicio; para sus simpatizantes, un paso necesario ante el bloqueo institucional.
Seis meses de decretos sin Asamblea
Con el Parlamento disuelto, Lasso gobernó mediante decretos-ley con control de la Corte Constitucional. Durante ese tiempo, impulsó reformas económicas, incentivos a la inversión extranjera y medidas de seguridad que no habrían pasado con facilidad en la Asamblea.
El periodo terminó con las elecciones anticipadas que llevaron a Daniel Noboa a la presidencia en noviembre de 2023. Lasso no buscó la reelección y desde entonces ha mantenido un perfil más discreto.
Hoy, el exmandatario insiste en que fue blanco de acusaciones sin pruebas y que su decisión fue institucional. Sin embargo, el uso de la muerte cruzada sigue siendo objeto de discusión: ¿Fue un acto de responsabilidad o un precedente peligroso?
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